Estilo de Vida

Último día de Novena: “Jesús ha nacido, un hijo se nos ha dado”

En este último día de la Novena, ponemos los ojos en Jesús que nace en Belén, acompañado de María y de José, rodeado de sencillez y humildad.

Monición inicial

¡Señor!, bendícenos con familias unidas, alegres, serenas; que a ninguna le falte el pan de cada día y que todas irradien con el resplandor de Tu amor y misericordia.

Villancico

Oración Inicial

Dios, Padre Nuestro,

Recomendados

que has iluminado  el mundo con el nacimiento  de Jesús,

luz del mundo,

causa de nuestra  alegría,

concédenos amarlo sobre todas las cosas, ser sus fieles discípulos

y jamás separarnos  de Él,

y por el testimonio de nuestra  vida y palabras, ser la luz que brilla en nuestra familia.

Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro  Señor.

Amén

Palabra de Dios

Lc 2,1-7 José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María, su esposa, que estaba encinta. Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.

Reflexión

“…Lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre…” Hemos leído tantas veces este versículo que arriesgamos a perder nuestra capacidad de admiración ante la sublimidad de este misterio: El Hijo de Dios, el prometido y enviado por el Padre para cumplir sus promesas, viene a la tierra y ‘no hay lugar para Él’, su Madre ‘lo envuelve en pañales y lo acuesta en una pesebrera’. Jesús, nada más nacer, se hace solidario con todas aquellas personas que son excluidas, con aquellos para los que no hay lugar en sus ciudades y habitan en los campos de refugiados, careciendo de todo y viendo negada su dignidad de personas. También hoy en nuestras sociedades y en nuestros países, los pobres carecen de espacio, se les niega la dignidad, son víctimas y son como el de abusos y violencias y carecen de oportunidades. Y con todos ellos, Jesús se hace solidario, les ofrece la ternura de su amor y el poder del Espíritu, para que en todos vuelva a nacer la esperanza. Los ‘pañales’ y la ‘pesebrera’, envuelven al Niño Jesús, son lo único seguro que cobijan su presencia, y con esto nos enseña que solo en y desde la humildad, la sencillez y la pobreza, se abrirán nuestros ojos y podremos contemplar la gloria del Padre en los ojos del Niño que nace en Belén. S. E. Mons. Eugenio Arellano, mccj Obispo Vicario Apostólico de Esmeraldas Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana Villancico

Diálogo y Compromiso

Hoy es el día tan esperado. “El Niño Jesús nace en Belén”. ¿Por qué decimos “noche de paz, noche de amor”? Si Jesús es nuestra paz y es el “amor de Dios”, ¿cuál debe ser nuestra respuesta y compromiso con Él? Compromiso

Animemos en familia a vivir la Navidad con espíritu cristiano, superando el comercio, la novelería, el simple regalo. Regalémonos amor, comprensión, amistad y fidelidad.

Valor a vivir

Paz y unidad en nuestras familias.

Peticiones

Querido Niño Jesús, con alegría nos acercamos a tu cuna de recién nacido para decirte: «Escucha, Niño divino, nuestra oración»

  1. Para que haya paz en la tierra porque ha nacido en un portal de Belén el Príncipe de la Paz. Oremos.
  2. Para que haya justicia en la tierra porque ha nacido el Redentor. Oremos.
  3. Para que haya fraternidad en la tierra, porque ha nacido el Amor. Oremos.
  4. Para que haya alegría en la tierra, porque hoy es  Navidad. Oremos.

Se pueden añadir otras peticiones espontáneamente.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

 

Oración Final

Oh María,

aurora  del mundo nuevo, Madre  de los vivientes,

a Ti confiamos la causa de la vida:

mira, Madre,  el número inmenso

de niños a quienes se impide nacer,

de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas

de violencia inhumana,

de ancianos  y enfermos muertos a causa de la indiferencia

o de una presunta piedad.

Haz que quienes creen en tu Hijo

sepan anunciar  con firmeza y amor a los hombres de nuestro  tiempo

el Evangelio  de la vida.

Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,

la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia

y la valentía de testimoniarlo

con solícita constancia,  para construir,

junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad  y del amor,

para alabanza  y gloria de Dios Creador y amante  de la vida. Amén.

(San  Juan Pablo II, Encíclica  Evangelium Vitae )

Bendición

Navidad, noche de paz, noche de amor. Te adoramos Niño y que te adoren todos los pueblos por los siglos de los siglos. Amén

Villancico

Fuente: Conferencia Episcopal Ecuatoriana

 

 

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