Sue Green y Barry Green estaban en proceso de separación. La pareja se llevaba bien y no tenían problemas viviendo en el mismo edificio sólo separados por un par de pisos.
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La mujer, como expuso la defensa en el posterior juicio, “hizo todo lo posible por mantenerse alejado de él”, sin embargo era “bombardeada” con mensajes por parte de su, todavía, esposo, señala Mirror.
Finalmente la pareja retomó la relación, pero pronto Sue se dio cuenta de que Barry estaba saliendo con otra mujer al mismo tiempo y que le enviaba mensajes subidos de tono.
Al día siguiente de una fiesta en el departamento de Barry, Sue bajó a las 9.30 de la mañana con un vaso con licor en una mano y un cigarrillo en la otra y lo confrontó por tener una relación con otra mujer.
Barry no le dio mucha importancia y se puso a hablar por teléfono, sin embargo Sue decidió vengarse de la forma más dolorosa posible.
«Mientras hablaba por teléfono, la acusada deslizó su mano por su cuerpo (del hombre) y le agarró al escroto”, dijo el fiscal.
«Ella clavó sus uñas y desgarró el lado derecho de su escroto”, apuntó el abogado.
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Soportando un dolor terrible, Barry salió corriendo del departamento, se “refugió” en un apartamento cercano y esperó ahí la llegada de la policía.
Sue se declaró culpable en un tribunal de Preston de un “ataque que le causó daños corporales” y de incumplir una orden de restricción, la que la mujer tenía al momento de iniciarse el proceso de separación.
Ahora Sue deberá esperar hasta el 8 de mayo para saber cuál será su condena.
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