Es una historia casi para no creer, pero que termina mostrando lo más increíble del ser humano.
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Wang Mingqing tenía un puesto de frutas y verduras en la ciudad de Chengdu en China y en un día “normal” de trabajo ocurrió una desgracia que terminaría marcando su vida.
El hombre se encontraba con su hija de tres años y en un descuido la pequeña desapareció y nunca más pudieron encontrarla, señala Antena3.
Junto a su esposa, por años la buscaron, empapelaron la ciudad con sus fotos, pero ningún esfuerzos daba frutos.
Wang nunca perdió la fe y hace tres años se le ocurrió otra idea para poder ubicarla.
El hombre comenzó a trabajar como taxista y a cada uno de los pasajeros que transportaba le contaba sobre la desaparición.
Su historia llegó por el boca a boca a más de 17 mil personas, detalla El Mundo, y finalmente su cruzada tuvo éxito.
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La joven se enteró por la prensa de un hombre que buscaba desesperadamente a su hija, llamó a la policía y les dijo que tenía sospechas de que podía ser ella y terminó haciéndose un examen de ADN.
Los resultados no dejaron lugar a dudas, ella era la hija desaparecida del matrimonio que la había buscado por cielo, mar y tierra y finalmente logró contactarse con su padre a través de una videoconferencia.
La emoción fue evidente por parte de los dos y todos están pendientes del encuentro, el que se produciría en el transcurso de esta semana.