Varios estudios afirman que una vivencia desagradable de infidelidad desencadena mecanismos psicológicos, que van desde un brote de ira desmedido, hasta ciclos crónicos de ansiedad o depresión.
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Según una investigación publicada en el Journal of Social and Personal Relationship,señala que la culpa es el principal factor por el que una persona puede llegar a sentirse mal, con consecuencias físicas.
Sugieren que el impacto psicológico de una infidelidad provoca conmoción emocional. La culpa puede ser hacia uno mismo o a la pareja; justificando de algún modo la falla en algo, que provocó el fin de la relación.
Efectos físicos
Los efectos psicológicos de la infidelidad, generan estados de depresión mayor y ansiedad; ambas reacciones generan hábitos perjudiciales para la salud.
- Consumir alcohol.
- Consumo de drogas o marihuana.
- Sexo bajo influencias de alcohol o drogas.
- Hacer ejercicio desmedidamente.
- Insomnio.
- Dormir o comer más.
Finalmente, concluyen que lo mejor para una persona que se ve envuelta en esta situación, es buscar ayuda profesional. Acudir con un psicólogo o psiquiatra, ayuda a controlar estos desórdenes emocionales, que finalmente pueden desencadenar problemas físicos.
Fuente: Salud 180