Un caso sin precedentes en el Reino Unido tiene a un cirujano esperando sentencia luego de haber admitido de que “tatuó” sus iniciales en los órganos que había trasplantado en dos pacientes.
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Simon Bramhall se declaró culpable de agresiones, pero aseguró que nunca causó daño físico, señala El Mundo.
El médico de 53 años fue descubierto luego de que uno de sus pacientes tuviera problemas tras recibir el nuevo órgano y este tuvo que ser nuevamente intervenido por otro profesional.
El sujeto marcó “SB” en los hígados de dos pacientes con un láser de gas argón coagulador.
La fiscalía calificó la acción de Bramhall como “ataques” y aseguró que estuvieron mal «tanto de un punto de vista ético como penal”.
Ahora el cirujano espera sentencia la que se conocerá a inicios de 2018.