Hay muchos hábitos que muchos desconocen que pueden perjudicar a nuestra higiene diaria.
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Por ejemplo, en ducharse, algo que parecería sencillo, se pueden cometer errores que perjudique a tu piel.
El portal La Patilla explica que a medida que envejecemos, las glándulas sebáceas caducan, por lo que eres mucho más propenso a la piel seca. Lo que hay que hacer es ajustar los hábitos de baño en consecuencia. Por ello, puede que estos sencillos consejos puedan ayudarte a cuidar la piel:
1. Permanecer mucho tiempo en la ducha
Entre el vapor, la corriente de agua y el calor agradable, es tentador pasar 15, 20, incluso 30 minutos en la ducha, pero muchos expertos dicen que algo más de 10 minutos es demasiado, bastando de 5 a 10 minutos para tomar una ducha. Las duchas largas le quitan humedad a la piel, lo que puede provocar erupciones y picazón.
2. Uso excesivo o demasiado frecuente de geles espumosos
Cuanta más espuma haya, más sustancias superficialmente activas hay en un gel de ducha. Esto significa que estás agotando tu capa de aceite natural, lo que lleva a la sequedad y la aspereza de la piel. Además, si los agentes antibacterianos no se prescriben específicamente para ti, no es necesario que los uses a diario.3. Usar esponjas húmedas o demasiado desgastadas.
3. Usar esponjas húmedas o demasiado desgastadas
Las esponjas húmedas y esponjas vegetales son perfectas para el crecimiento de bacterias y mohos, por lo que es mejor cambiarlas una vez cada 4 semanas. Trata de usar una manopla o una toalla en su lugar. También es importante secar la esponja después del uso.
4. Secarse con demasiado entusiasmo
Pasa la toalla con delicadeza por tu cuerpo y evita frotarte con ella para secarte más rápido. Un secado demasiado enérgico puede provocar la rotura del cabello e irritar la piel, así que sé delicado después de salir de la ducha. Darte suaves palmadas con la toalla es lo adecuado y es válido para la cara, el cuerpo y el cabello. Intenta perder el hábito de envolver el cabello en la toalla. Deja que cuelgue, y sécalo todo lo que puedas.5. Usar agua excesivamente caliente
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5. Usar agua excesivamente caliente
El agua caliente hace que la piel se seque y se vuelva escamosa. Elimina demasiada grasa de la piel, dejándola indefensa. También aumenta el flujo sanguíneo, que a menudo conduce a eritema, inflamaciones y erupciones. Agua a 35-40 ° C es perfecto para una piel sana.
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