Todo era casi como en sus sueños. Vestida de blanco, su hombre perfecto y rodeada de amigos.
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Celeste Biagué y Rui habían contraído matrimonio hace sólo unas horas y celebraban su unión con una fiesta.
Todo transcurrió de acuerdo a lo planificado, por lo que nadie se imaginó el trágico desenlace de lo que era, hasta ese momento, la noche más feliz de sus vidas.
Celeste se dispuso a cumplir la tradición y pasar su amor a una amiga. La mujer tomó el ramo y en el momento que se disponía a lanzarlo se desplomó en el suelo, según Correio da Manhã.
En medio de la conmoción, poco pudieron hacer su marido y familiares, ya que sufrió un ataque al corazón que acabó casi inmediatamente con su vida.
Según se supo después, Celeste había llegado a Portugal proveniente de Guinea-Bissau para tratar algunos problemas cardíacos.