Teniendo en cuenta que la Biblia es el libro más leído de todas las épocas y que millones lo han leído más de una vez durante miles de años, encontrar algo nuevo en sus páginas es un hallazgo que se puede calificar como peculiar.
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Y el descubrimiento del que tuvimos noticias esta semana no sólo resuelve un rompecabezas que había vencido a experto en la Biblia durante siglos sino que también podría precisar fechas de la antigüedad y hasta afinar los datos que tenemos de la rotación de la Tierra.
Se trata de un eclipse solar anular que tuvo lugar el 30 de octubre de 1207 a.C. y que empezó 15:27 hora local aparente dada por un reloj de sol.
Lo curioso es que para llegar a un dato tan preciso de un evento que ocurrió hace 3.224 años, el físico Colin Humphreys, director de investigación de la Universidad de Cambridge, y el astrofísico Graeme Waddinigton partieron de un pasaje del Antiguo Testamento que dice:
«Ese día en que Yahvé entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo a Yahvé en presencia de todo el pueblo:
‘Sol, detente en Gabaón, Luna, párate sobre Ayalón‘.
El Sol se detuvo y la Luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios.
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Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el Sol se detuvo en el cénit y no se movió de allí por casi un día entero«.
- Libro de Josué (10:12-13)
«Si esas palabras estaban describiendo una observación real, entonces un evento astronómico importante tuvo lugar. Lo que teníamos que hacer era entender qué significaba realmente el texto», explicó Humphreys, quien es un entusiasta de vincular el conocimiento científico con la Biblia.
Un oscurecimiento
Humphreys y Waddinigton no fueron los primeros en pensar que este relato, que suena tan mítico, se podía referir a un fenómeno natural que efectivamente ocurrió, milagrosamente o no.
«La primera persona en sugerir que Josué 10:12-14 se refería a un eclipse solar -señalan- parece haber sido el lingüista Robert Wilson (1918), quien hace casi 100 años lo tradujo así:
‘Eclípsate, oh Sol, en Gabaón,
Y la Luna en el valle de Ayalón,
Y el Sol se eclipsó y la Luna se dio vuelta, mientras la nación se vengó de sus enemigos’»
Como Wilson, Humphreys y Waddinigton volvieron al texto original y determinaron que las palabras en hebreo daban cabida a otra interpretación.
Las traducciones de este pasaje, señalan en su estudio los autores, «asumieron que el texto significaba que el Sol y la Luna dejaron de moverse. Sin embargo un significado alternativo plausible es que el Sol y la Luna dejaron de hacer lo que normalmente hace: dejaron de brillar«.
En el siglo XX Wilson había llegado a la misma conclusión, anotando además que en textos cuneiformes babilonios astronómicos había palabras que significaban «oscurecerse» que tenían la misma raíz que la que aparece en la Biblia en hebreo para describir lo que hicieron el Sol y la Luna.
Sin embargo, en esa época, no era posible investigar a profundidad debido a la naturaleza de los cálculos requeridos, un problema ahora superado.
La Estela de la Victoria
Otro texto importante para respaldar esta propuesta es egipcio y fue escrito en piedra.
Se trata de la Estela de Merneptahes, erigida por el faraón Amenhotep III e inscrita más tarde.
En ella se conmemora la victoriosa campaña militar del faraón Merneptah en tierras de Canaán hacia 1210 a.C., por lo que también se le conoce como la Estela de la Victoria.
Tras mencionar varios otros pueblos vencidos, dice: «Israel está derribado y yermo, no tiene semilla» (el registro más temprano de Israel, por lo que también la llaman la Estela de Israel).
En la misma losa de granito dice que fue tallada en el 5º año del reino de Merneptah, de manera que confirma que los israelitas estaban efectivamente en Canaán en la fecha del eclipse.
Algo nuevo, algo viejo…
Armados con dos textos antiguos, Humphreys y Waddinigton hicieron cosas novedosas.
Primero notaron que otros historiadores no habían considerado nunca la posibilidad de que el eclipse no hubiera sido total sino anular, es decir, aquel en el que la Luna pasa directamente en frente del Sol, pero está demasiado lejos para cubrir el disco completamente, resultando en la apariencia característica de «anillo de fuego».
En la antigüedad se usaban las mismas palabras para los eclipses totales y anulares.
Además, desarrollaron un nuevo código de eclipses que tiene en cuenta las variaciones en la rotación de la Tierra a lo largo del tiempo.
Así pudieron determinar que el único eclipse anular visible en Canaán entre 1500 y 1050 a.C. fue el 30 de octubre de 1207 a.C. por la tarde.
Se auguran grandes cambios
Los resultados de su trabajo fueron publicados en la revista de la Real Sociedad Astronómica, Astronomy & Geophysics, para que sean considerados por sus pares.
Si sus argumentos reciben el visto bueno de la comunidad científica…
- Este eclipse bíblico sería el más antiguo registrado hasta ahora
- Permitiría que los investigadores fecharan los reinados de Ramsés el Grande y su hijo Merneptah con una precisión de más o menos un año.
«Los eclipses solares a menudo se usan como eventos fijos para ponerle fechas al mundo antiguo», explica Humphreys.
Las fechas exactas de los faraones han estado sujetas a cierta incertidumbre entre los egiptólogos, pero este nuevo cálculo podría conducir a un ajuste y permitir fechar varios reinados con precisión.