El uso de maquillaje puede ayudar en muchas formas a tu mente y a tu físico pero no en el sentido de dotarte de neuronas o atractivo físico superficial.
Sin embargo investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y la Universidad de Chieti, afirman que el maquillaje nos hace sentir más inteligentes y que incluso puede influir en nuestro rendimiento académico y profesional.Se trata de una rutina que muchas de nosotras seguimos todos los días, pues además de ayudarnos a cubrir pequeñas imperfecciones de la piel, nos hace sentir bellas frente al entorno.
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En la investigación, apoyada por la marca Covergirl, se estudió a 25 mujeres de diferentes razas y tipos de piel, de entre 20 y 50 años de edad. Todas fueron fotografiadas con diferentes contraste de maquillaje, en tres apariencias que los investigadores llamaron naturales, profesionales y glamorosas. No se les permitía mirarse en un espejo, por temor a que sus sentimientos sobre su apariencia afectaran las impresiones de los observadores.
Posteriormente, ciento cuarenta y nueve adultos (incluidos 61 hombres) juzgaron las imágenes de cada una durante 250 milisegundos, tiempo suficiente para hacer un juicio rápido. Luego, a 119 adultos diferentes (incluidos 30 hombres) se les dio un tiempo ilimitado para mirar las mismas caras.
El contraste que más llamó la atención fue el glamoroso pero no resultó ganador por ser demasiado extravagante y aunque el natural era aceptado, el efecto «profesional» fue el ganador, al generar más confianza y sentido de amabilidad.
Efecto placebo
Maquillarse ligeramente (no pienses algo extravagante al estilo Lady Gaga), aumenta las percepciones de las personas sobre la simpatía de una mujer, así como su competencia y su confiabilidad.
Otro estudio realizado por Jaclyn Wong y Andrew Penner de la Universidad de Chicago reveló que las mujeres que usan maquillaje ganan más que las que no lo hacen. Los investigadores afirman que personas más atractivas ganan un 20% más que el promedio. Y aunque la belleza es muy subjetiva y nadie niega la inteligencia sin este, las mujeres que dedican un tiempo para arreglarse más, son recompensadas con una mejor percepción en el trabajo, además de reconocimiento y un mejor sueldo.Históricamente, la estética social ha definido las caras simétricas como signo de belleza, bondad e inteligencia. Pero también está el hecho de que las mujeres se sienten más confiadas cuando usan maquillaje para afinar su rostro; «es como si se tratase de una especie de efecto placebo», asegura Nancy Etcoff, autora principal del estudio y profesora clínica asistente de psicología en la Universidad de Harvard.
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