Si has superado la barrera de los 30 y aún no logras tener éxito en el amor, entonces probablemente comenzarás a sentir que tus años buenos están contados.
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Esto no es del todo cierto, pues a ellas les encanta la madurez y la estabilidad que va implícita con superar la tercera década, sin embargo, también existen aspectos con los que debes tener cuidado pues pueden convertirse en una barrera para alcanzar tus objetivos emocionales.
A continuación las cinco cosas que las mujeres odian de los hombres que superaron los 30 años:
1. Son más independientes
Aunque no es el caso de todos, a los 30 años generalmente los hombres ya han superado la etapa de comprar peluches, enviar cartas y dedicar canciones a la mujer que aman. A esta edad, ellos prefieren una relación más madura con apoyo y comprensión que una en la que se la vivan juntos todo el día con su pareja. Ellos necesitan su tiempo a solas para resolver problemas de trabajo y sacar adelante sus responsabilidades, algo que los jóvenes y los adolescentes no requieren en gran medida.
2. Tienen mayor pasado
Más años es igual a más relaciones amorosas, más experiencias y más ex-novias. Un hombre de más de 30 años tiene un pasado en donde seguramente desfilaron todo tipo de circunstancias y mujeres que los llevaron hasta donde están. Este es un problema especialmente si se encuentran con una chica mucho más joven y menos experimentada.
3. Son más precavidos y exigentes para enamorarse
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Al haber vivido diferentes situaciones, ya saben lo que les gusta, lo que no y lo que están dispuestos a aceptar o a rechazar. Por ello, ya no se andan con juegos con mujeres poco maduras o infantiles, es el momento en el que comienzan a buscar una compañera de vida y alguien a quien puedan admirar y respetar antes de enamorarse.
4. Su trabajo no les permite ser espontáneos
La carga de responsabilidades se vuelve un impedimento para que un fin de semana cualquiera decidan salir de la ciudad o incluso para que un martes en la noche opten por ir a un concierto o a un bar. La espontaneidad suele perderse con los años, aunque jamás debe desaparecer del todo pues es parte de lo que hace a la vida interesante.
5. Son menos tolerantes pues ya saben lo que quieren
Quizá a un joven de 18 o 20 años es posible reclamarle y exigirle de más sin motivo, pero un hombre hecho y derecho jamás sentirá interés por una mujer inestable o inmadura. Ellos no se van con rodeos y huyen de cualquier manifestación de drama, pues no necesitan eso en su vida.