Los trastornos psicológicos que aparecen después de una tragedia como el sismo en México del pasado martes pueden persistir en el tiempo en el 40% de los casos, explicó a Efe el psicólogo y coordinador de brigadas de atención psicológica en casos de emergencia del Instituto Nacional de Psiquiatría (INP), Iliaim Merlín.
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«Los síntomas más comunes son trastornos de ansiedad, trastornos de angustia, síntomas depresivos», asegura el psicólogo, quien no descarta que aparezcan «algunos síntomas más graves como trastornos psicóticos».
«Después de un evento de esta magnitud», un sismo de 7,1 en la escala de Richter, la mayoría de las personas podemos tener reacciones como ansiedad, que es la más frecuente, «pero después de unas horas o unos días» los síntomas se disipan pues «tenemos recursos para poder regularnos emocionalmente».
Sin embargo, «el 40 % de los que se enfrentan a una situación así van a tener síntomas que persistan».
«Pueden ser síntomas de ansiedad, incluso trastornos postraumáticos», explica el doctor, y agrega que «aquellos que tengan cierta vulnerabilidad intrínseca pueden desarrollar delirios».
Los delirios «son pensamientos o ideas falsas» derivados de la psicosis que llevan a las personas a pensar «que están siendo vigilados o amenazados».
Otros síntomas psicóticos «son las alucinaciones, fundamentalmente auditivas, como escuchar voces o murmullos».
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Pese a estas posibilidades más drásticas el psicólogo espera que «en general» la mayoría de personas «tengan recursos para avanzar rápidamente» en su situación emocional.
Con respecto a los niños «si tienen apoyo, compañía o están supervisados por adultos pueden sobreponerse en la mayoría de los casos», apuntó Merlín.
En estos casos se recomienda «tratar de dormir adecuadamente, tener actividad física o evitar el consumo del alcohol y otras drogas».
Para atender estos casos, el INP puso en funcionamiento desde hoy brigadas de médicos especializados en atención psicológica para asistir a los afectados por el sismo, que acumula ya 273 muertos.
Las brigadas, compuestas por equipos de dos psicólogos, proceden inicialmente «con una evaluación clínica» en la que se contacta a la persona y se evalúan «cuáles son las necesidades inmediatas para que no esté en riesgo su salud».
Actualmente, el Instituto Nacional de Psiquiatría (INP) ya ha puesto en circulación 4 brigadas de dos psicólogos cada una actualmente operativas mientras que la Universidad Nacional Autónoma de México ha desplegado hasta 20 operativos.
Por ahora se desconocen datos de los trastornos más comunes que está sufriendo la población ya que las brigadas comenzaron hoy su actividad y es complicado tener un censo por el momento, contó Merlín.
EFE