Cuando una persona se siente atraída por otra y lo superficial se torna emocional, es innegable que está desde ese momento presa de sus sentimientos y todos sus comportamientos estarán dominados por ellos.
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Libros, películas, canciones y todas las representaciones del amor romántico dan cuenta de este fenómeno cliché pero real. Como en la mayoría de las cuestiones relacionadas con la mente humana, la ciencia indaga para conocer los procesos que se esconden tras de ella.
Es que, sencillamente, cuando estamos enamorados la «obsesión» que se desencadena por esa otra persona puede afectar diversos aspectos de nuestra vida intelectual, como pueden ser estudiar o trabajar, según un estudio científico de 2014.
El amor apasionado, en particular, está asociado en dicha investigación y con un control cognitivo reducido, principalmente la capacidad de enfocarse en algo mientras se ignoran las distracciones.
Además, al pensar en el amor (en oposición al sexo o un tema neutro), realizamos peores tareas de pensamiento analítico, según otros estudios.
Otros investigadores que estudiaron en este tema hipotetizan que los sentimientos de amor, que estimulan las áreas del cerebro asociadas con la recompensa, también pueden desactivar las áreas del cerebro asociadas con otras funciones cognitivas.
Sin embargo, aunque el amor afecta algunas destrezas cognitivas, tales como la memoria de trabajo y la atención, los resultados también indican que la experiencia del amor puede mejorar las funciones neuronales como la identificación de estados emocionales y el pensamiento creativo.
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Esta investigación involucró en su mayoría estudiantes de pregrado, por lo que no hay certezas de si el amor también tiene este efecto «estupidizante» en adultos mayores ya que el aumento de la interacción social sí se asocia con mejores habilidades cognitivas en adultos mayores, según un reciente estudio.
Aunque no parezca novedoso que el amor provoca estupidez -al menos temporal- sí puede ser sorprendente que el sexo potencie la inteligencia.
De hecho, una variedad de evidencia en los últimos años demuestra que la actividad sexual está asociada con mejores habilidades cognitivas en adultos mayores.
Los adultos que permanecen activos sexualmente y le dedican tiempo y energía, por ejemplo, también retienen habilidades cognitivas más fuertes, como la fluidez verbal, la secuenciación de números y el recuerdo.
Los investigadores de estos estudios sostienen, por otro lado, que el sexo mejora la secreción de dopamina -un neurotransmisor con importantes funciones en el sistema nervioso, como la comunicación entre hormonas-, lo que puede ayudar a mejorar la memoria de trabajo y otras habilidades cognitivas.
Sin embargo, debido a que esta investigación involucró sólo a adultos mayores (de 50 años o más), no se puede concluir que aquellos menores de 50 años también obtendrán beneficios de un mayor interés y participación en el sexo, aunque lo más probable es que tampoco tengan consecuencias negativas.
Además, debido a que esta investigación es correlacional, no hay certeza de si el aumento de la actividad sexual conduce a un mejor funcionamiento cognitivo, o si un mejor funcionamiento cognitivo conduce a un aumento de la actividad sexual.
Para determinar una relación causal, los investigadores tendrían que manipular la frecuencia de la actividad sexual y luego medir si los aumentos cognitivos resultan directamente de ese aumento de actividad sexual.
Sin embargo, en general cuando las parejas aumentan voluntariamente por alguna razón la frecuencia de sus encuentros sexuales, en realidad se puede evidenciar una disminución de la felicidad, así como un menor disfrute del sexo, según un estudio publicado en la revista científica Journal of Economic Behavior & Organization.
Otras investigaciones experimentales demuestran igualmente que pensar en sexo (en comparación con los pensamientos sobre el amor o un tema neutral) mejora las habilidades analíticas.
Sin embargo, pensar en sexo en presencia de una potencial pareja tiende a hacernos «más estúpidos».
Por otra parte, existe una buena cantidad de estudios que señalan que puntualmente el desempeño masculino heterosexual en la memoria y las tareas de atención disminuye después de interactuar con una mujer de su agrado, porque están atravesados por pensamientos de seducción.
Si bien todavía faltan estudios más exhaustivos en el tema, las evidencias preliminares indican que estas son las consecuencias en el cerebro del amor y del sexo.
Fuente: Infobae