Diego Rendón Coronel es propietario de Vintageless una galería de arte ubicada en Cumbayá, parroquia suburbana de Quito, enfocada en la tendencia definida como Mid-century; la cualidad de esta línea artística está enfocada en las características de las formas, la funcionalidad y además el uso de materiales auténticos.
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¿Dónde nace este gusto por rescatar este tipo de piezas?
Estoy apasionado por las formas y los colores. Comprometido a rescatar muebles, no solo físicamente sino también su historia. A lo largo de mi vida siempre me he sentido motivado a rescatar piezas, que tienen una historia familiar y que tienen significado personal.
Hace algunos años decidí rescatar una lámpara de la casa de la abuela de mi socio. La pieza está labrada en rosas con detalles, en un inicio estaban incrustadas en el techo. Cambié un poco su estructura y hoy es una pieza de arte colocada en el comedor de mi casa.
¿Cuál es el primer paso?
Observar más allá de lo que es evidente. En un inicio compro piezas de segunda mano, es cuando las veo como un lienzo en blanco y negro, y decido que haré. Al terminar se convierte es una pieza atemporal, es decir siempre funciona bien en cualquier decoración.
¿Qué ves en cada elemento?
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Las piezas en las que yo trabajo están marcadas por una relevancia histórica y de estilo. Son líneas muy simples con curvas muy limpias y al mismo tiempo son muebles que al colocarlos en cualquier lugar combinan perfectamente.
¿Cuál es tu propuesta en el mercado?
Lo que yo no pretendo hacer es que mis clientes boten sus cosas y coloquen mis piezas, ese no es el objetivo. Es el hecho de que aprendas a apreciar el estilo y la estética de cada pieza.
Cuando una persona entra a mi local, yo les hablo de historia por ejemplo la relacionada con la Segunda Guerra Mundial y de todos los elementos estilísticos que están ligados a este hecho histórico puntual.
Hacer que las personas comprendan que son elementos que fueron apareciendo de acuerdo a lo que la historia fue dictaminando.
La moda en ese momento derivó algunos criterios a la arquitectura de piezas de interiores, se cubrían por ejemplo hasta el suelo. Pasan los años y la mujer pasa de la falda hasta la media pierna debajo de la rodilla. Los muebles tenían esa similitud, cubiertos íntegros mostrando solamente sus patas.
¿Cuál es tu trabajo con los muebles?
Yo después de comprarlos lo que hago es recuperarlos. Cambio la tela, rellenos y lo adapto a tonalidades monocromáticas para que puedan formar parte de cualquier decoración.
¿Por qué el local se llama Vintageless?
Es la fusión de la palabra Vintage que es el término empleado para referirse a objetos o accesorios con cierta edad, que no pueden aún catalogarse como antigüedades y Ageless que es una tendencia posterior a la guerra pero que en su estilo están inspirados en los años 20, 30 y 40.
¿Cuándo nació el emprendimiento?
Hace mucho tiempo, pero desde marzo del 2016 inicié con la compra de algunos de los elementos. Tuve aproximadamente las cosas por cerca de nueve meses, las iba restaurando y almacenando, pero en febrero abrimos el local.
¿Cuánto tiempo tardas entre la compra de la pieza y la venta final?
Es relativo. Compro las piezas en diversos canales y el proceso con los proveedores (carpintero, tapiceros, entre otros) ya depende de disponibilidad, pero tarda un aproximado de un mes en presentar un trabajo final.
¿Qué ves en una pieza?
Hay muchísimas, yo me enamoro de la pieza. Hago una inversión inicial, lo hago porque las amé. Me emociono con su belleza y todo me lo quiero llevar a la casa.
¿Qué otro servicio presta la empresa?
Son tres: restauración de piezas sin importar época, venta de productos terminados y trabajos finales de elementos de arte decorativos.
Nosotros no producimos ninguna pieza, no elaboramos nada, por un principio de responsabilidad social con el medio ambiente. Pienso que la gente debe aprender a valorar el hecho de restaurar y salvar piezas que pueden estar en tu entorno familiar y que pueden ser el centro de tu decoración.
Además, existe un principio de economía, una pieza restaurada puede costar hasta dos veces menos que una comprada nueva.