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El yoga es inclusión según la definición de Maria Pitita, instructora certificada de esta práctica milenaria. Según la especialista estos son los requisitos que una persona de nivel básico o avanzado debe cumplir para realizar la actividad.
El yoga es una disciplina que se encuentra disponible para cualquier tipo de persona. Este deporte puede ser practicado incluso con lesiones, discapacidades o si el practicante no cuenta con un estado físico atlético.
Maria Pitita, instructora del estudio Yoga Beats ubicado en Guayaquil en los Ceibos Av. Primera #904, señaló que una de las cosas que hace al yoga accesible a todo tipo de persona es la cantidad de modificaciones que existen para cada postura. La decisión está en manos del alumno y profesor.
El profesional puede dirigir al alumno para que se sienta cómodo realizando cada una de las posturas (ejercicios), de acuerdo a su nivel y a sus capacidades. “Entre las múltiples modificaciones que podemos encontrar existen muchas que se realizan con props, herramientas destinadas a facilitar y mejorar la práctica”, indicó Maria Pitita.
Existen numerosos props entre ellos los bloques, que generalmente sirven para acortar distancias. Además los cinturones que ayudan a mantener ciertas partes del cuerpo en una postura sin ningún esfuerzo del practicante. Las cobijas sirven para crear desniveles y acolchonar; mientras que los almohadones ayudan a apoyar el pecho y la espalda. También las almohadillas que evitan la luz durante la relajación, entre otros.
Incluso existen variaciones del yoga tradicional que basan su práctica en estas herramientas, por ejemplo el aeroyoga. Esta práctica es realizada por el alumno colgando desde un columpio especial. También existe el yoga restaurativo, diseñado para restaurar el cuerpo de lesiones, de un entrenamiento fuerte o simplemente del desgaste del día a día.