Científicos descubrieron que el área del cerebro que controla los celos es la misma que se encarga del dolor físico.
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Para el estudio, se pidió a 19 estudiantes que hablaran de un rival más exitoso mientras tenían exploraciones de resonancia magnética.
Los científicos pudieron observar que una parte de su lóbulo frontal se hizo más activa cuando los estudiantes sentían celos de sus rivales.
Muy Interesante recogió las declaraciones de Hidehiko Takahashi, quien dirigió la investigación.
«Es interesante que la parte del cerebro que detecta el dolor físico también está asociada con el dolor mental», explicó Takahashi.
Por este motivo, quizás se podría explicar por qué la sensación de envidia hacia tu amante duele tanto.
En el experimento, también se leyó a los involucrados una historia en la que el objeto de su envidia sufrió una serie de desgracias, incluyendo intoxicación alimentaria. Los datos de exploración mostraron una mayor actividad en la parte de la reacción de recompensa del cerebro, que normalmente se ilumina al recibir la fortuna social y financiera.
De esta forma, se detectó la zona del cerebro en la que la gente se deleita de la desgracia de otros, también llamado schadenfreude.
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«La envidia es corrosiva y fea, y puede arruinar tu vida. Si eres una persona celosa, es porque te cuesta apreciar muchas de las cosas buenas que están ahí afuera, porque estás demasiado ocupado en preocuparte por cómo se reflejan en ti mismo». Explicó Richard Smith, profesor de psicología en la Universidad de Kentucky.
También parece haber una relación entre los celos y la frustración. Científicos observaron que cuanto más celosa era una persona de otra, más se sentía frustrada por la caída de esa persona.
Con información de Muy Interesante
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