En 2009, un cirujano plástico de California, Nikolas Chugay, inventó un extraño y peligroso método para perder peso. Se trata de una intervención en la cual se grapa o cose unas ‘mallas adelgazantes’ en la parte superior de la lengua.
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El parche hace que comer un sólido sea prácticamente imposible, pues al masticar el alimento, se desplaza y tira el músculo, provocando un fuerte dolor. En lugar de alimentos sólidos, el paciente debe beber un batido proteico de 800 calorías.
Generalmente los pacientes no logran aguantar un mes entero con el parche en su lengua, pues incluso al principio ni siquiera pueden hablar por causa del dolor. Sin embargo, quien lo resiste pierde aproximadamente nueve kilos en el mes.
Esta operación se realizaba únicamente en Estados Unidos, pero ahora la tendencia ha llegado a Latinoamérica con mucha fuerza, según ‘The New York Post’.
Esta práctica para perder de peso no ha sido avalado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y representa ciertos riesgos, sin embargo sigue siendo una de las opciones preferidas porque es un procedimiento menos invasivo.
Fuente: El Ciudadano
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