Después del almuerzo, o en general de comer cualquier alimento pesado, puede surgir algún plan que implique realizar actividad física.
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Según el portal CorreryFitness, lo recomendable es aplazar la actividad a horas de la noche o bien cancelarlo hasta una próxima oportunidad, sin embargo si el deseo de hacer deporte es tanto pero la comida ya ha sido ingerida, se recomienda esperar tres horas.
Si se hace ejercicio con el estómago lleno es probable que se sienta molestias como ardores, pinchazos, vómito o diarrea. Sin embargo no hacer deporte también es perjudicial para la salud, por ello es preferible realizar un horario adecuado para las comidas fuertes y la actividad física.
En el caso del desayuno se recomienda esperar una hora, ya que al ser la primera comida del día, el cuerpo toma los nutrientes necesarios y tarda menos tiempo en metabolizar los alimentos.
Después de comer tampoco es recomendable tomar una siesta o recostarse, lo ideal es tomar una caminata ligera o actividad de bajo impacto que no requiera mayor esfuerzo.
Tampoco se debe pensar que no comer es bueno para hacer ejercicio, lo ideal es llevar una dieta nutritiva y esperar el tiempo suficiente después de comer y antes de hacer ejercicio.