Durante los viajes conciliar el sueño en las habitaciones del hotel resulta una tarea ardua y tortuosa, a pesar de que la habitación sea confortable.
PUBLICIDAD
¿Por qué sucede?
Una respuesta científica para esta situación la otorgó a Condé Nast Traveler la experta del sueño Melissa Moore, del Hospital de Niños de Filadelfia. La investigadora concluyó: «Se trata del ‘efecto media noche’. Estudios sugieren que uno de los hemisferios del cerebro duerme menos profundamente la primera noche en un ambiente nuevo. La diferencia hemisférica puede causar en el ser humano una gran dificultad para conciliar el sueño», indicó según Infobae.com.
Según la investigación, también se desarrollan asociaciones entre el dormir y el ambiente durante la infancia. Puede tratarse de varias cuestiones como dormir mirando a la puerta, con varias almohadas blandas, con una luz prendida o con una máquina de sueño. Cuando estas cosas faltan en un lugar nuevo, el cerebro debe acostumbrarse.
«Luego de cada ciclo de sueño, el cerebro se despierta brevemente, y, en general, somos tan buenos volviéndonos a dormir que ni nos damos cuenta», agregó Moore. En un hotel, fuera de nuestro ambiente familiar, es más difícil.
Claves para lograr dormir durante un viaje:
- Bañarse: una ducha rápida permite bajar la temperatura corporal y predispone a dormir y relajarse.
- Evitar la ingesta de café, té, cacao, bebidas cola o cualquier sustancia estimulante del sistema nervioso central después de las 16 horas.
- Evitar las bebidas con alcohol tres horas antes de acostarse: si bien en pequeñas cantidades pueden facilitar el sueño, también predisponen a ronquidos, apneas y pesadillas.
- Cenar como mínimo dos horas antes de acostarse.
- Evitar el ruido y la luz excesiva. La cama del hotel debe ser ancha y confortable y la almohada, cómoda. Tratar que la temperatura sea constante (entre 16 y 22°C). Las condiciones ambientales también influyen en el sueño.
RELACIONADO: