A la hora de pensar en Navidad, en seguida se recuerda la comida, el árbol de Navidad con todos sus adornos, los regalos, la familia, y más. Sin embargo, muchas veces las personas desconocen el origen de algunas de sus tradiciones preferidas.
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Las tradiciones navideñas no estás relacionadas únicamente con el cristianismo, pues varias de las prácticas actuales, son adaptaciones de antiguas costumbres a las que se les concedió un sentido cristiano.
A continuación, las 10 tradiciones navideñas de las que tal vez no conocías el origen:
1. Novena de Navidad
Actualmente las novenas son una práctica cristiana en la que los fieles se preparan durante nueve días para recibir la Navidad.
Sin embargo, ¿cuál es su origen? Existen 3 teorías:
1. Los romanos y griegos ofrecían oraciones por sus difuntos a sus dioses durante nueve días.
2. Se sabe que entre la Resurrección y la Ascensión hay 40 días; y hay nueve días entre la Ascensión y Pentecostés. Durante los nueve días los apóstoles hicieron oración para esperar la venida del Espíritu Santo.
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3. En Europa se introdujo la “novena de preparación” para la Navidad. Esta nación con la idea de recordar los nueve meses de embarazo de la Virgen María.
2. Comer pavo en Navidad
Esta ave fue introducida en Europa desde México a comienzos del siglo XVI por Hernán Cortés.
El pavo fue bien recibido en las más exclusivas casas europeas debido a su sabor, su carne blanca y su peso.
Se sabe que el primer rey en degustar de un pavo en la cena de Navidad fue Henry VIII de Inglaterra, en el siglo XVI.
Sin embargo, fue Edward VII quién puso de moda preparar a esta gran ave para el banquete navideño.
3. Intercambio de regalos por Navidad
Los romanos celebraban las festividades dedicadas a Saturno, dios del tiempo y la agricultura, en la época del solsticio de invierno, misma que coincide con la temporada de la Navidad. Allí acostumbraban a intercambiar regalos antes de terminar con la festividad del Sol Invicto, el 25 de Diciembre.
4. Luces decorativas para el árbol
Para 1880, Edison ya había inventado su lámparas incandescente y buscaba una forma de dar a conocer. Él iluminó la fiesta de Yule a propósito de la Navidad.
No obstante, fue su amigo, Edward Johnson, quien 2 años después se atrevió a iluminar el primer árbol de Navidad con 80 luces.
5. Regalar tarjetas navideñas
La tradición de enviar mensajes navideños nación de Inglaterra, en donde en las escuelas se pedía a los estudiantes que escribieran a sus padres un mensaje navideño, justo antes de salir a sus vacaciones de invierno.
Años después, en 1843, W.E. Dobson y Sir Henry Cole, hicieron las primeras tarjetas de Navidad impresas.
6. Los dulces bastones navideños
El origen de los dulces bastones navideños datan del siglo XVIII en Europa; sin embargo su origen no está bien claro. Se dice que en una catedral de una ciudad alemana, el maestro del coro pidió que se elaborar caramelos para niños aprovechando la época. Se habría pedida la forma de bastón para representar a los pastores.
7. El origen del Árbol de Navidad
Los celtas de Europa central usaban árboles para representar a sus dioses. Sin embargo, obtuvo un sentido cristiano entre los años 680 y 754 en Alemania cuando San Bonifacio, ante la dificultad de eliminar esta antigua costumbre, la adaptó y con un fin evangelizador.
8. Nacimiento, pesebre o Belén
Las iglesias trataban de representar teatralmente las vivencias de Cristo. Ante esto, San Francisco de Asís en 1223 creó el primer pesebre viviente. La aceptación fue tal que se empezaron a crear figuras del pesebre. La primera mención de uno data del siglo XIII en un monasterio bávaro.
9. Bombillos en el árbol de Navidad
Cuando se elaboró el primer árbol cristiano, San Bonifacio incluyó en la decoración de manzanas, para recordar el pecado original, y velas, para representar la luz de Jesucristo. Con el pasar del tiempo se reemplazaron las manzanas con bombillos, sin embargo, con el mismo significado.
10. La tradicional flor de Noche Buena
La ‘Flor de Navidad’ o ‘Flor de Noche Buena’ es originaria de México. Su nombre en el lenguaje náhuatl es “tlazochitl” (flor que se marchita) Para los aztecas la flor representaba la sangre del sacrificio; de este modo fue fácil para los españoles darle una interpretación cristiana.