El fetiche sexual de la mujer que le cuenta a su pareja sus relaciones extramatrimoniales crece día a día en internet. De qué se trata y qué trasfondo psicológico se esconde detrás de la modalidad.
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La infidelidad es vista como una de las situaciones más graves en una pareja. De hecho, hasta hace no muchos años en Argentina, el adulterio estaba penado judicialmente.
El acto de tener relaciones con un tercero implica una traición en la pareja, al punto de ser -en ciertos casos- causal de separación.
Sin embargo, hay una tendencia que crece y se expande día a día que llama la atención. Su nombre es «cuckolding» y proviene de «cornudo» en inglés. Lo que comenzó como una preferencia sexual propia de un nicho reducido, a cuyos participantes los señalaba con el dedo casi como «pervertidos», se transformó en un fenómeno masivo.
¿En qué consiste?
La peculiar modalidad consiste en que una mujer -casada o en pareja- tenga relaciones sexuales con otro hombre y luego le cuente al detalle la experiencia que vivió a su novio o marido. Presuntamente, después del relato la llama de la pasión en la pareja se reaviva con gran intensidad.
Se convocan y cuentan sus experiencias en internet. Los foros y comunidades dedicadas a la modalidad de intercambio de pareja crecieron en forma exponencial en los últimos años.
Por caso, las búsquedas sobre el tema en Google se duplicaron en los últimos 12 años. Incluso Reddit, el sitio web de marcadores sociales y de noticias, le brindó un espacio al ‘cuckolding’.
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En la actualidad, el fetiche despierta un gran interés en los profesionales de la psicología. Se preguntan qué lleva a los hombres a disfrutar de ver a sus parejas en una relación sexual con otro o que les cuenten tal experiencia.
Algunas teorías -las más radicales- la explican desde la presunta bisexualidad reprimida; otros, que depende del orgullo de ser libres que sienten los hombres una vez que se concreta el cuckolding.
«Es esencial comprender que lo que podría ser humillante de imaginar a una esposa teniendo relaciones sexuales con otro hombre puede transformarse en algo que no es humillante en absoluto, sino en algo tremendamente erótico», sostuvo el psicólogo David Ley, autor de Esposas insaciables, a Psychology Today.
«Cuando un hombre heterosexual convencional se atreve a visualizar a su mujer violando sus votos maritales y, posiblemente, animándola a ello, está jugando un rol vital en lo que podríamos llamar una ‘doble transgresión’ de las normas sociales», explicó.
El especialista detalló las dos transgresiones en las que incurriría el hombre: «Por un lado, está visualizándose a sí mismo como ‘cornudo’, pero está en pleno control de la infidelidad, por lo que sus ‘fantasías prohibidas’ pueden ser especialmente gratificantes».
Fuente: Infobae