Existen momentos en la pareja en que el fantasma de la infidelidad merodea por la cabeza de alguno de sus integrantes o de ambos. Los motivos que llevan a una persona a engañar a otra pueden ser múltiples y la mejor manera de evitar la decepción es el diálogo.
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«Hay que hablar mucho con la pareja, poder compartir las vivencias que cada uno tiene respecto a la vida y en particular respecto de la relación. No limitarse a dar un parte diario, sino hablar sobre las expectativas, sobre nuestras fantasías, deseos. Tener una comunicación fluida y franca que nos permita plantear también las dificultades que encontramos, los temores y las dudas», explicó a Infobae María Gracia Franco (MN: 13356), licenciada en psicología y especialista en parejas.
Dos profesionales dialogaron con Infobae para determinar cuáles son los comportamientos más frecuentes de los infieles.
Cambio de rutina
Todas las personas tienen una rutina más o menos organizada, una agenda laboral y personas que frecuentan en ámbitos más relajados. Cuando esta costumbre comienza a cambiar, se encienden las alarmas.
«Hay que tratar de estar al tanto de su rutina y sus actividades, esto significa que sepas mínimamente dónde está y qué hace», dijo Franco. Por su parte, Javier Martín Camacho, doctor en psicología (MN 23797), agregó: «Cuando se nota que cambia muy repentinamente su rutina, actividades, cuidado personal o salidas, hay que mantenerse alerta. Puede ser que comience a ir al gimnasio, salga a correr, empiece la dieta y todo aquello que no hizo en años, un buen motivo para ello podría ser que esté siendo estimulado por alguien. Lo mismo si comienza a salir con sus amigos o comienza con reuniones raras».
Cambios en el estado de ánimo sin causa aparente
«Los cambios bruscos en su forma de ser, cuidado personal o humor sin causas conocidas son un buen indicio de que se tiene que estar alerta. Si lo/a ves más alegre o triste de lo habitual y no hay motivos claros, puede ser que esté sintiéndose así por alguna otra persona. Tampoco hay que ponerse paranoico tratando de detectar el más leve cambio de humor».
Llamados telefónicos atípicos
«Si llaman y justo cortan cuando escuchan tu voz, o cada vez que atiende tu pareja en tu presencia lo/a notás nervioso y después de algún balbuceo dice: ‘Equivocado’, pueden ser indicios de que está en algo sospechoso», sumó Camacho.
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Nuevas demandas o sugerencias
«Ideas nuevas que antes nunca se le hubieran ocurrido, tales como tener relaciones de determinada manera o probar cierta posición, o ir a un hotel alojamiento cuando antes los odiaba. La originalidad se apoderó de tu pareja o que tal vez las aprendió por otros lados y con otras personas», comentó Franco.
Aromas desconocidos
«Otro viejo recurso es el olfato, que permite verificar si tiene olores llamativos tales como a ‘recién bañado’, a ‘sexo», a ‘cigarrillo’, fundamentalmente si no fuma, o a ‘perfume’, más si no es el que la pareja usa».
Marcas llamativas
«Las huellas del engaño se las puede encontrar en las típicas e insalvables manchas de lápiz labial o maquillaje en la ropa. Pero también en marcas tales como mordiscos o moretones que parecen imborrables; el argumento del perro que lo/la atacó no suele ser efectivo».
Las páginas de internet
«Ver el historial de las páginas que la pareja visita, los archivos temporales donde se almacenan los sitios a los que accedió. Se debe poner especial atención si se ve que las páginas visitadas son lugares de encuentros, chats o páginas personales de hombres o mujeres en búsquedas llamativas».
Gastos extraños
«Un elemento clave es el resumen de la tarjeta de crédito, ahí se tiene un seguimiento de las actividades, gastos y hasta lugares por los cuales la pareja circula. Hay que saber ‘leerlo’ porque muchos hoteles alojamiento, comercios ‘de trampa’ o lugares de servicios personales tienen nombres de fantasía o en el resumen figuran como un comercio común. Hay que mirar el monto de lo gastado».