De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública de Baja California Sur, un compañero de trabajo que esté ebrio, bajo los efectos de alguna droga o con la pesadez y el cansancio característicos después de beber en exceso, se encuentra en una condición que puede ser contraproducente al desempeñar cualquier actividad.
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Según la institución, en el lugar de trabajo, las consecuencias de consumir drogas y alcohol son un grave problema para muchos empleados, ya que aumentan los riesgos de accidentes y el ausentismo, reducen la productividad e incrementan la posibilidad de trastornos orgánicos y mentales.
¿Qué signos alertan el consumo?
De acuerdo con la sepbcs, si bien cada droga produce efectos específicos que no pueden generalizarse, hay algunas señales que indican un posible problema con el consumo de drogas y o alcohol.
Ausencias frecuentes sin explicación o mal justificadas
Cambios negativos en el comportamiento.
Accidentes dentro y fuera del trabajo.
Reducción de productividad.
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Indiferencia en la higiene personal.
Deterioro físico.
Cansancio permanente o actividad excesiva.
Pupilas dilatadas y problemas al hablar.
Desequilibrio.
Ojos hinchados, enrojecidos o vidriosos.
Tos persistente.
Las medidas de la empresa o el empleador
Para lograr una dinámica de prevención en el consumo de drogas la empresa o el empleador deben contar con:
Un reglamento formal elaborado y apoyado por los funcionarios de primer nivel. Debe ser claro en cuanto a lo que se espera de cada trabajador y las consecuencias de violar dicho reglamento.
Un programa de prevención que incluya información sobre el problema de las drogas y el alcohol, así como medidas para fortalecer los factores que protegen la salud y el bienestar de las y los trabajadores que, además, alejan la posibilidad del abuso y la adicción.
Capacitación en la prevención para los mandos medios, los supervisores, el personal de recursos humanos y todos los trabajadores en general.
¿Qué hacer si un compañero consume drogas en el lugar de trabajo?
No ser «codependientes»: Cuando ocultamos las dificultades de otras personas que consumen drogas, les prestamos dinero o les ayudamos a esconder el pobre desempeño en su trabajo, en realidad lo perjudicamos, permitiéndole seguir con un problema que irá en aumento.
Recordemos:
«No se puede tapar el sol con un dedo.» Si sospechamos que se consumen o se venden drogas en nuestro centro de trabajo, debemos de informar inmediatamente a un supervisor, al personal de seguridad o al de recursos humanos.
No intervenir por cuenta nuestra. La seriedad del problema del abuso de las drogas y el tráfico de las mismas requiere de la habilidad de un profesional o de personas debidamente capacitadas.