Los árboles producen en muchas personas un efecto calmante y positivo. Pero, vivir cerca de ellos tiene un impacto muy concreto en la salud, especialmente en los habitantes de las ciudades, según un nuevo estudio que acaba de publicar el centro The Nature Conservancy, una organización internacional dedicada a la conservación de la biodiversidad con sede en Estados Unidos.
PUBLICIDAD
Entre los datos encontrados destacan que un árbol reduce la llamada materia particulada en su entorno entre un 7% y un 24%, contaminante que afecta gravemente el aire de las ciudades.
En segunda instancia, los árboles reducen la temperatura hasta en 2 grados centígrados, por lo que son considerados un gran factor de ayuda para reducir el impacto del cambio climático.
«Muchos estudios científicos han demostrado que la sombra de los árboles, además de la transpiración durante la fotosíntesis, contribuyen a reducir la temperatura del aire y consecuentemente el consumo de electricidad para aire acondicionado», afirma la investigación de The Nature Conservancy, según cita la BBC.
El tercer argumento del estudio es que los árboles aumentan el bienestar sicológico. Según anteriores investigaciones, se ha visto que los pacientes cuyas ventanas dan vista a árboles, se han recuperado más rápido de su dolencia que los que no han tenido esa oportunidad. Además, caminar en la naturaleza por varios minutos reduce el patrón negativo de pensamiento vinculado a la depresión.