Asher Nash es pura felicidad. Tiene 15 meses, una madre, un padre y una hermana que lo aman. Más sus abuelos, tíos y primos, que se rinden ante su mirada.
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Rubio y de ojos celestes, cada vez que una cámara fotográfica o un smartphone lo apunta, sonríe con su enorme boca. Y junto a un inmenso carisma, Asher tiene un cromosoma más que la mayoría de las personas.
Su madre, conociendo lo fotogénico que era su bebé, en julio pasado decidió enviar sus imágenes a una agencia de modelos. Basada en Atlanta, Estados Unidos, realizaba un casting para Carter’s, una de las marcas de indumentaria para niños más populares del país.
Buscaban rostros bonitos. El de Asher es más que bonito. «Como todas las madres, ¡espero que sea elegido!», indicó en su envío.
Pero días después del envío, su mamá Meagan Nash, de 27 años de Buford, Georgia, descubrió que las fotografías de su pequeño no habían sido seleccionadas.
Las habían descartado por el «desorden genético» que presentaba el modelo. No fueron seleccionadas porque Carter’s no especificó que buscara caras con Síndrome de Down.
«Estoy confundida. ¿No les enviaron las fotos porque ellos no dijeron que querían con Síndrome de Down o ellos especificaron que no les enviaran chicos con necesidades especiales?», fue la respuesta que escribió al agente Meagan.
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El hombre le replicó: «Asumí que como no habían especificado con necesidades no era el apropiado, pero tiene razón… las enviaré… todo lo que pueden decir es que no en este caso particular».
Meagan creyó que era tiempo de encarar un cambio. ¿Cómo reacciona la sociedad ante alguien con Síndrome de Down?
Publicó una foto de Asher en el perfil de Facebook de Changing the Face of Beauty (Cambiando el rostro de la belleza), dedicado a la igualdad de oportunidades y representación en los avisos publicitarios.
«Este pequeño niño valiente está dispuesto a mostrarle al mundo qué es ‘cambiar el rostro de la belleza’. Nos gustaría modelar para OshKosh B’gosh, Carter’s, Babies ‘R’ Us. Hagamos la diferencia», escribió Meagan junto a la imagen.
La historia se hizo viral en pocos días. Todo el mundo la compartía por las redes sociales. Era un aluvión de mensajes de apoyo que colmaban de emoción a la familia de Asher.
A las doce semanas de embarazo, Meagan y David, su marido, fueron informados por los médicos de que su hijo podría nacer con Síndrome de Down. «Nos dimos cuenta que nuestro bebé sería un poco diferente.
Él es un poco diferente, pero es el mejor ‘diferente’ que puede ser. Es increíble», se emociona. Asher puede sentarse por sus propios medios, gatea y está a punto de caminar. Por el momento no habla, pero se expresa mediante señales.
«Asher es un individio como cualquier otro. Tiene Síndrome de Down, pero no tiene todas las características del síndrome de Down. Tiene sus propias características físicas, gustos y desagrados, fortalezas y debilidades, lo que lo hacen único. El Síndrome de Down es sólo una porción de lo que él es. No escribiremos su futuro por él, ni tampoco lo hará la sociedad. Sí, quizás necesite un poco más de tiempo y atención extra, para superarse a medida que crece, ¡pero nada lo detendrá!», escribió Meagan en un perfil hecho para contar la vida de Asher.
Un ejecutivo de OshKosh se puso en contacto con la familia. «Nuestro equipo se puso en contacto con Nash para entender su perspectiva y proveer información extra a nuestros procesos de elección. Estamos de acuerdo en que hay una oportunidad de mayor representatividad de niños con necesidades especiales en nuestras publicidades», señaló la marca en un comunicado.
Las partes se reunieron el martes pasado. «Fue una experiencia positiva», comentó Meagan. «Hemos extendido una invitación a Asher para participar en una sesión de fotos futura y queremos conocerlo a él y a su familia, mejor en el futuro», se pronunció la empresa mediante un vocero. Quizás, el sueño de Asher de ser modelo se cumpla. Y el anhelo de inclusión de su madre, se extienda.
Fuente: Infobae