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En algunos países, serle infiel a la pareja es algo ilegal. Sobre todo si son estados donde la presencia religiosa lo es todo. Por ejemplo, el Medio Oriente. Y más específicamente, Kuwait. Ahí alguien puede ir a la cárcel por adulterio. Ahora bien, en algo se ha avanzado: antes mataban al infractor (generalmente infractora) a pedradas en la calle.
Pero el infractor en esta historia, aparte de que puede ir a la cárcel, lo haría por un motivo inverosímil. Su propio loro lo delató. Este fue el que avisó que el dueño de la casa tenía un affaire con el ama de llaves.
Porque los loros repiten absolutamente todo lo que oyen. Lo aprenden y lo reproducen. El loro de la casa, en este caso, repitió todas las frases que tenía el marido con la tercera en discordia. Y desde ahí, ella comenzó a sospechar y tomó todo como evidencia. Por supuesto, llevó su caso ante las autoridades.
El adulterio se castiga con cárcel en Kuwait. O con trabajos forzados. Y esa es la máxima pena si lo que dice el animal se cuenta como evidencia para probar su indiscreción. Pero para fortuna del dueño, las autoridades afirman que las loras no son admitidas en la corte. Así que no se puede probar si el loro está diciendo la verdad, reportó el periódico «Metro».
Emiratos Árabes: sexo y cárcel
Así como en Kuwait, los países que corresponden a los Emiratos Árabes incluso violan los derechos humanos si se trata de la sexualidad femenina. Todo por su estricta ley religiosa. La sharia hace que cientos de mujeres, así sean víctimas de violación, sean encarceladas. Esto, por las leyes que prohíben las relaciones sexuales (incluso las consentidas) fuera del matrimonio.
Muchas mujeres, incluso embarazadas, son sentenciadas a penas de años de prisión y flagelamiento. También se castigan las muestras de afecto en público. De hecho, las empleadas de servicio son la población más vulnerable, porque el embarazo es «prueba» de lo que hicieron.