Alcoholismo, ludopatía, mala alimentación y tabaquismo son algunos de los ‘malos hábitos’ más difíciles de abandonar, pero, ¿por qué cuesta tanto dejarlos? Esto suele suceder cuando se condiciona al cuerpo a una actividad.
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La psicóloga Gabriela Almeida del Centro de Rehabilitación Andrade Marín, asegura que los hábitos se pueden dejar siempre y cuando la persona tenga esa ‘fuerza de voluntad’ y esté decidido a mejorar su vida. «Cuando por ejemplo no tenemos horarios con la alimentación es un mal hábito ya que mal acostumbramos al cuerpo a tener a no tener un orden».
En conversación con Metro, Almeida señaló que el tabaquismo y el alcohol son los más complejos de abandonar ya que estos «tienen una gran influencia en el cuerpo humano».
De esta manera, ejemplificó otra razón por la que es difícil dejar un hábito:
Las personas que consumen cigarrillo o alcohol, no abandonan estos hábitos solo por aparentar o acoplarse a la sociedad (…) Nos condicionamos a ciertas conductas y estas se bloquean
Almeida, reiteró que para solucionar el problema de algún hábito, lo principal, es contar con un apoyo exterior. Es importante afrontar el problema sin deslindarse de la sociedad.
Estímulo y terapia, la solución
La especialista, señala que la persona que desee mejorar su vida debe tener algún estímulo que lo impulse a abandonar el ‘vicio’. «Es muy importante acudir a terapia».
La doctora comentó que la clave, al momento de ayudar a una persona ‘adicta’ es hacerla caer en cuenta del problema:
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Dejar un hábito no depende de las demás personas. Quienes pretendan ayudar a alguien con una adicción deben hacerle entender que todo lo que pueda estar pasando es su propia responsabilidad
Otra de las razones para que una persona logre abandonar un hábito es que esta «debe tener la disponibilidad de salir de donde está». Almeida señaló que en el centro de rehabilitación donde ella ejerce sus funciones «trabajan el autoconocimiento» y cómo comenzar desde cero para eliminar un hábito.