Un equipo de médicos británicos ha estudiado por qué algunos meses del año son menos aconsejables que otros para la concepción de los niños, informa el periódico local ‘The Telegraph’, que se hace eco de los resultados del estudio publicado en American Journal of Epidemiology.
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Según el estudio, los bebés concebidos entre enero y marzo son más propensos a sufrir problemas de aprendizaje debido a que sus madres no reciben suficiente vitamina D durante el período de embarazo.
Para llevar a cabo la investigación fueron analizados los datos de salud y educación de más de 800.000 niños que asistieron a las escuelas de Escocia entre los años 2006 y 2011. Según el estudio, el 8,9 por ciento de los niños concebidos en el primer trimestre del año presentaban problemas de aprendizaje en comparación con el 7,6 por ciento de los concebidos entre julio y septiembre.
Asimismo, el estudio concluye que problemas de aprendizaje como la dislexia (problemas con lectura), el autismo o el síndrome de déficit de atención e hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) son más frecuentes en los niños concebidos en invierno nacidos entre octubre y diciembre.
Según los médicos británicos, para asegurar un alto rendimiento del niño, es recomendable suministrarle vitaminas durante los primeros meses después del nacimiento, siendo suficiente unos diez microgramos de vitamina D.
El director del Instituto de Salud y Bienestar de Glasgow, Jill Pell, considera importante que las mujeres embarazadas empiecen a tomar suplementos de vitamina D lo antes posible. Según el profesor, el estilo de vida moderna ha contribuido al aumento de las dificultades de aprendizaje, ya que la mayor parte del tiempo lo pasamos dentro de casa.
