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Poco importa que borres habitualmente tus conversaciones de WhatsApp. Ya sea porque son comprometidas y no quieres que nadie las lea o simplemente porque te ocupan espacio, lo cierto es que la aplicación tiene una memoria envidiable y es capaz de recordar incluso las conversaciones que has decidido eliminar.
Al menos, así lo afirma el investigador Jonathan Zdziarski, que ha descubierto que WhatsApp retiene y almacena un rastro del registro de nuestros chats, incluso una vez que los hemos borrado de la propia aplicación.
Así, se crearía un tesoro que encierra tu intimidad y tu privacidad y que sólo terminaría siendo eliminado al cien por cien cuando los datos en cuestión fueran sobreescritos al guardar otros datos. De esta forma, cualquier persona con acceso físico a tu dispositivo y con el ‘software’ necesario para recuperar este tipo de archivos podría llegar a leer esas conversaciones que tú creías haber borrado.
“La cuestión fundamental es que la comunicación no es efímera en el disco», escribió Zdziarski en su propio blog. Así, mientras WhatsApp decidió dar el paso de cifrar de extremo a extremo las comunicaciones de sus usuarios, lo cierto es que pone en peligro la privacidad de estos no eliminando de forma permanente los historiales de conversación que borramos de vez en cuando.