Según los especialistas, el sobrepeso en un perro se denomina obesidad cuando el peso corporal del animal supera al menos en 20% su talla adecuada en función de su raza, sexo y edad
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Principales causas de la obesidad canina
Factores genéticos concernientes a la raza. Por ejemplo, es muy común el exceso de peso en un Labrador, Cocker Spaniel, Golden retriever o Beagle. Por el contrario, los Boxer y los Pastor Alemán cuentan con una anatomía que no les permite acumular grasa innecesaria.
Problemas endocrinos y uso de fármacos. Si tu mascota sufre de hiportiroidismo o diabetes o es de esos perros que debe tomar anticonvulsivantes sus hormonas pueden estar a flor de piel para dar origen a la obesidad canina.
Sedentarismo o poca actividad física. Es ideal que los perros hagan por lo menos dos paseos diarios para que estiren sus patitas y se desestresen del encierro de la casa. Un animal ansioso puede comer más de lo habitual y si además no lo sacan a jugar terminará con varios kilos de más.
Edad avanzada y sexo. Al igual que con el metabolismo de los humanos, los perros al envejecer comienzan a tener un metabolismo más lento; por lo que la obesidad puede llegar a ser un problema para algunos. Y sí, en el mundo animal las hembras son más propensas a la obesidad.
Sobrealimentación. El exceso de calorías en el consumo de alimentos dentro de la dieta de tu perro puede ser el principal detonante de la obesidad. Un perro glotón es propenso a padecer obesidad, ya que es fácil que ingiera mayor cantidad de alimento de la que necesita.
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Esterilización. Si bien esta intervención quirúrgica puede aumentar las probabilidades de que tu mascota suba de peso, esta no es una causa muy común, porque dentro de los cuidados luego de la operación está incluida una dieta balanceada que le permita una buena recuperación.
Fuente: Atusalud.com
