Según teorías, la mayor parte de nuestro tiempo lo pasamos en el trabajo. Y si contamos las horas extras, desplazamientos y cuestiones vinculadas al arreglo personal, se puede afirmar que empleamos más de la mitad del día.
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Por tanto, el trabajo juega un papel crucial en nuestra cotidianidad. Es verdad, no todos los jefes son perfectos, ni en todos los equipos se trabaja con la fluidez ni el compañerismo deseados. Pero hay sensaciones que, si persisten y ganan en intensidad, no debemos obviar.
Smoda, sección del diario español El País, elaboró una lista con los síntomas que te están diciendo que busques otro trabajo. Algunos de ellos son:
1. Ausencia de posibilidades reales desarrollo profesional: El estancamiento, además de desmotivar a los trabajadores, mina las perspectivas de progresión de las personas. Llegados a un cierto punto y estatus en la empresa, cuando se vislumbra claramente que no se nos va a brindar la oportunidad de acometer nuevos objetivos ni de asumir nuevas responsabilidades, la desidia hace su entrada en escena.
Si a eso se le añade la sensación de estar desperdiciando una experiencia muy valiosa, y la de estar perdiendo la oportunidad de conseguir más dinero a cambio del esfuerzo, ya están listos todos los ingredientes para el nuevo reto: encontrar un lugar mejor en el que seguir avanzando.
2. Frustración: Cuando la tónica general de nuestro día a día o de la organización es la concentración de frustraciones una tras otra, debemos detenernos a pensar. Contenerse y salir rabioso todos los días a la larga pasará factura.
3. Falta de estrategia: Verse obligado a trabajar a bandazos, sin una hoja de ruta clara, es otro mal endémico que resiente a los profesionales. Es necesario que la empresa valore y haga posible el ejercicio de reflexión que supone la creación de una estrategia.
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4. Ingratitud: Trabajar con la única motivación de “no embarrarla” para no ser reprendido no es lo que se dice una motivación muy sólida. ¿Sientes que tu entorno de trabajo es ingrato? Es el momento de que te pongas manos a la obra a buscar otro.
5. Desinformación: Trabajar sin conocer los objetivos, o no recibir las instrucciones correctas ni los detalles suficientes lleva al trabajador a desarrollar el trabajo con un nivel de calidad inferior que si lo hiciera en otras circunstancias. Esta situación suele derivar en posteriores acusaciones de falta de proactividad o de responsabilidad.