¿Qué significa realmente comer «variado» y con «moderación? Para algunas personas, consiste en cenar algo «ligero». Para otras, comer de todo pero en pequeñas cantidades. Según Vogue ambas propuestas nutricionales, diametralmente opuestas, responden a una premisa que garantiza la salud física y no ganar peso.
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Por su parte para el portal Play Ground «Se puede comer de todo, pero con moderación» es la frase estrella que utiliza las personas cuando hablan de nutrición. Esta idea se basa en tres creencias bastante extendidas según la página:
– Una dieta, para ser sana, ha de ser lo más variada posible.
– Mientras se trate de cantidades pequeñas ni los alimentos menos saludables resultan perjudiciales para la salud.
– Las dietas excesivamente estrictas tienden a fracasar porque la gente no es capaz de sostenerlas en el tiempo, así que es preferible ser flexible a abandonar a la primera de cambio.
El problema viene con la ambigüedad del concepto «moderación». Un estudio de la Universidad de Georgia quiso comprobar hasta qué punto podía llegar la libre interpretación de este concepto y cuáles podían ser las consecuencias.
Los investigadores realizaron dos preguntas a los participantes: La primera «¿Cuántas galletas crees que deberías comer en una sentada?», la segunda «¿Cuál crees que sería una ración moderada?».
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El 70% de los sujetos definieron una porción «moderada» como mayor a lo que consideraba que «debían» comer. De media, la gente calculó que deberían comer solo dos galletas, pero que comer tres podría pasar por una porción moderada.
Los investigadores encuestaron también a los participantes sobre qué tipo de comida basura preferían y qué porción considerarían moderada para cada una de ellas. Comprobaron que, cuanto más le gustaba a una persona un plato en concreto, más generoso era en su definición de «moderada».
Evaluaron la dieta de casi siete mil adultos de entre 45 y 84 años a lo largo de diez años. Durante ese tiempo se observó la cantidad de alimentos diferentes consumidos por semana, su contenido nutricional, aporte calórico y origen dietético. Teniendo en cuenta todas estas variables, se compararon después los perímetros de cintura, una forma sencilla de controlar el riesgo metabólico y de diabetes de los sujetos.
Las conclusiones del estudio fueron totalmente opuestas a las de la creencia popular: las personas con más variedad aumentaron de peso, mientras que las que tenían dietas más monótonas se mantenían más saludables. Las dietas «menos variadas», pues, resultaron ser nutricionalmente más diversas y completas.
El problema de regir nuestra alimentación basándonos en conceptos tan abiertos es que tendemos a interpretarlos de la manera que nos resulte más cómoda. Es decir, todo acaba siendo una cuestión de fuerza de voluntad.