Las personas que saltan comidas (desayuno, almuerzo y merienda) o que se alimentan en horarios irregulares tienden a sufrir más problemas de salud, según una investigación de la Universidad de Sao Paulo y el Kings College de Londres.
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Esta conclusión coincide con el British Journal of Nutrition que indicó que las personas que comen en horarios irregulares son más propensas a padecer enfermedades como diabetes 2, presión alta u obesidad.
Para el estudio se examinaron hábitos alimenticios de 768 chicos de entre 4 y 10 años y más de 852 adolescentes entre 11 y 18 años, en un programa de chequeo de dieta y nutrición realizado en el Reino Unido entre 2008 y 2012.
En el análisis se investigó los contenidos de las comidas y los tiempos en los que se las consumió durante un período de cuatro días. También se realizó un minucioso registro sobre las variaciones del peso y de la altura para determinar el índice de masa corporal de los jóvenes durante cada año.
La conclusión principal del estudio estuvo enfocada en el tiempo de alimentación y el sobrepeso. Así, los especialistas descartaron que una persona pudiera engordar más cuando come después de las 22 horas. Además,concluyeron que el famoso hábito de la «comida en cuotas», en el que se apela a picar pequeños bocados durante todo el día, puede ser muy perjudicial para la salud pues altera el ritmo cardíaco y, como si fuera poco, atenta contra una digestión sana y eficiente.
Sobre el desayuno, el estudio determinó que las personas que apelan a una primera comida completa tienden a poseer una facilidad para la pérdida de peso y registran mejores niveles de azúcar en sangre que aquellos con un desayuno estándar.
«Si bien hay evidencias de que existe una mayor atención sobre las comidas saludables y las dañinas, todavía nadie puso el foco de atención en cuál de todas las comidas del día es la que provee mayor energía para el organismo», agregó el estudio según publica Infobae.