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Esta noticia les fascinará a los amantes de la cerveza. Una vieja fábrica en el centro de Berlín rodeada de clubs, oficinas y negocios modernos es la sede de la primera clase de yoga en la que además de portar tu mat o esterrilla debes llevar dos botellas de cerveza.
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Pero este detalle no es único distintivo pues la música también varia. En el lugar no escucharás «new age» pues durante la clase oirás ritmos usados en clases de aeróbicos.
En esta sesión el objetivo es realizar posiciones de yoga mientras se intenta beber un poco de la cerveza que permanece en las manos de los deportistas.
Según el diario El País la cita casi siempre termina con una meditación y se cierra con un “prrrroooost”, que en alemán significa “salud!”.
“Hay cosas mil veces peor que esto, y la gente en todo caso se emborracha igual en los bares y a veces hacen cosas mucho peores. Acércate por una rave y verás”. ¿Pero cree que se podría hacer esto solo como deporte? “Desde luego, es mejor que no hacer nada y estar sentado en el sofá”, dice Jhula, la instructora de esta particular clase de yoga.
