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Hay quien dice que la base de Internet está forjada sobre ciertas cosas, por ejemplo: gatos, memes e ilusiones ópticas. Y ahora otra ilusión llega a tratar de engañar nuestra mente con uno de los protagonistas de la web: un gato.
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El pequeño minino camina tranquilamente por el desierto. Quizá a primera vista no notemos nada extraño, pero cuando miramos más de cerca… ¿es un hoyo lo que tiene en un costado?
¡No! Sólo es una coincidencia, pues una mancha del gatito es casualmente del mismo color que la arena, y tiene alrededor pelaje negro, lo que crea la ilusión de profundidad, haciéndonos pensar que tiene un hoyo en un costado que nos deja ver a través de él.
Esta fotografía fue subida a Twitter por el fotógrafo japonés @hanamomoact, quien también se sorprendió al verla luego de haberla tomado, pues vio claramente un hoyo en el gato.
A partir de esto, la imagen se volvió viral, principalmente en la red social del pájaro azul.
Lo importante es que no es más que una ilusión óptica y el gato está sano y salvo.
¿Por qué suceden las ilusiones ópticas?
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Han existido casos, como el del famosísimo vestido azul/negro o blanco/dorado que enloquecieron a Internet durante días… y hasta la fecha.
Pero, ¿qué sucede en estos casos realmente? ¿Cómo es posible que nuestros ojos logren engañar a nuestro cerebro?
La respuesta reside, desde luego, en nuestro cerebro; pero específicamente en nuestra forma de percibir la información que tenemos delante: el cerebro analiza por separado la información transmitida por la retina. Nuestros ojos reciben cierta información que viaja, a través de distintos nervios, hasta la corteza visual primaria.
Una vez ahí, la información se divide y es enviada a la corteza visual secundaria... sin embargo, entre tanto movimiento, la información que acabamos por recibir y entender puede contener errores, mismos que son tratados de solucionar -sin éxito- por el cerebro.
Es ahí donde viven las ilusiones ópticas.
¿Lograron ver el hoyo en el gato? ¿Y de qué color ven el vestido?
