La ciencia se ha encargado de investigar por qué algunas personas odian los lunes. Una de las respuestas la tiene Shelby Freedman Harris, director de Medicina del Sueño en Montefiore Medical Center en la Ciudad de Nueva York, quien afirma que el rezago que deja dormir más tiempo los fines de semana, el llamado ‘jetlag social’, es el responsable.
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El ‘jetlag social’ “no es necesariamente un trastorno del sueño que se diagnostique clínicamente, pero es una tendencia en la que notamos que las personas no tienen el mismo horario de sueño y vigilia todos los días”, explicó Harris a The Huffington Post.
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Life Style de América Economía aclara que las personas que suelen llegar tarde a casa los viernes y sábados, y luego duermen demasiado sacan de control al reloj biológico de sus cuerpos.
Por tanto, el lunes se presentan los problemas para adaptar el organismo al tiempo “regular”, ese que se maneja entre semana, lo cual deja a algunos con mal humor durante el día.
Esto sucede porque “juegan” con el ritmo cicardiano -el reloj interno del cuerpo que gobierna el sueño y vigilia-, así como con el apetito. Cuando se quedan despiertos más allá de la hora habitual, afecta de forma similar al cuerpo como el ‘jet lag’ después de viajar.