Ingenieros, promotores de la seguridad e incluso fabricantes automotrices tienen un mensaje para los reguladores federales deseosos de que los automóviles autónomos lleguen a los caminos: reduzcan la velocidad.
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Los autos completamente autónomos pueden ser el futuro de la industria automotriz, pero estos vehículos no cumplen todavía las exigencias de conducir en el mundo real, dijeron varios expertos del sector a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) durante un encuentro público el viernes.
Una asociación comercial del sector apuntó que podría ser necesario aplicar un enfoque más lento y con más análisis, en lugar del plan rápido de la NHTSA con el que ha buscado dar pautas para el despliegue de estos vehículos.
En enero, la NHTSA anunció que comenzaría a trabajar en la creación de una guía para el desarrollo de estos vehículos. Los funcionarios se comprometieron a tener el documento listo para julio.
Existen riesgos de usar las pautas para desviarse del proceso tradicional del gobierno de emitir regulaciones y estándares, dijo Paul Scullion, director de seguridad de la Association of Global Automakers (Asociación de Fabricantes Globales de Autos), durante la audiencia pública organizada por la NHTSA.
«Aunque este proceso a menudo consume tiempo, estas salvaguardas de procedimiento existen por razones válidas», afirmó Scullion. Trabajar fuera de ese proceso podría permitir al gobierno responder con prontitud al veloz desarrollo de tecnología, pero ese enfoque probablemente vendría en perjuicio de la rigurosidad, agregó.
Emitir regulaciones nuevas toma en promedio ocho años, dijo la NHTSA. Además, las regulaciones son ejecutables mientras que por lo general las pautas son más generales y abiertas a interpretación.
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El administrador de la NHTSA, Mark Rosekind, alega que la agencia no puede esperar más porque las primeras formas de tecnología de conducción autónoma ya están presentes en autos que circulan por los caminos, como los frenos automáticos de emergencia que pueden detener o reducir la velocidad para evitar o mitigar colisiones. Otra opción de seguridad en algunos vehículos regresa a estos a su carril automáticamente si el auto comienza a salirse del mismo sin que el conductor haya usado primero una señal de cambio de vía.
«Todo mundo pregunta, ‘¿cuándo van a estar listos?’ Yo sigo diciendo, no van a venir, están aquí ahora», enfatizó Rosekind.
Sin instrucciones federales, «la gente simplemente va a seguir poniendo cosas en el camino sin guía sobre cómo hacemos esto de forma correcta».
Rosekind subrayó que él ve los vehículos autónomos como una tecnología de cambio que puede salvar las vidas de más de 30.000 personas al año en las carreteras de Estados Unidos.