Al parecer, es más popular de lo qeu se cree ¿Algunas vez has sentido las irresistibles ganas de morder a tu pareja? También te puede suceder con bebés, mascotas, y todo lo que te enternece. Pero, ¿por qué?
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Existe una razón y una explicación y no incluye que seas raro o que tengas hambre. Es la agresión-tierna que te asalta. Son tus emociones que se alborotan cuando el factor ternura te desborda.
Esas dos expresiones aparentemente contradictorias: «agresión» y «ternura» se conjugan para que recuperes el equilibrio. Es decir, es como una descarga. Y te sientes un poco aliviado después del mordisco, ¿no?
Es lo que estudiaron los investigadores y psicólogos de la Universidad de Yale, Oriana Aragon y Rebecca Dyer. La ternura es algo que sacude tu cuerpo -muchas veces, quieres agarrar o tocar eso que te conmueve. Si lo piensas algunos besos son como mordidas sin dientes, ¿no?
Y la ternura puede ser una emoción violenta si lo piensas, algo que te sucede de golpe. Estás trabajando en otra cosa, quizás distraído y recuperas la tensión cuando un compañero te pasa un video de un gato adorable. Suele estar asociado a nuestros instintos más parentales y a la necesidad de proteger; por eso, genera una agradable alerta.
Fuente: Batanga