Maroon 5 es el grupo más esperado de esta noche, que se cumple la penúltima del Festival de Viña del Mar 2020. Esta agrupación es la más global que pasará por la presente y por eso sus peticiones han sido muy estrictas.
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Esta tarde, el conjunto estadounidense acordó con la producción del certamen que su espectáculo de hoy no tenga ninguna clase de interrupción y que, si se genera la petición de Gaviota de parte del público y la posterior entrega de premios con los animadores, todo se haga bajo el escenario. En camarines, fuera de cámaras y sin el público al frente.
La idea de Maroon 5 es es montar su espectáculo en condiciones “normales”; vale decir, como si se tratara de un recital en solitario, donde no hay animadores ni un público que solicita condecoraciones.
Los responsables del evento le explicaron hace un par de horas al staff de grupo, la histórica y particular dinámica del Festival, pero ellos habrían preferido desarrollar su presentación bajo sus condiciones.
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No es primera vez que la fiesta de Viña del Mar se topa con un escenario similar, invitados que prefieren restarse de todos los rituales posibles.
En 2012, Morrissey también pidió hacer un show íntegro, sin premios ni apariciones de los anfitriones.
Un año antes, en 2011, los puertorriqueños de Calle 13 tampoco aceptaron que una figura ajena se asomara en la tarima; es más, cuando los animadores iban a salir a presentarlos, su líder, Residente, prácticamente los sacó de escena y dijo que no quería premios ni discursos, sólo un contacto directo con el público.
Por lo demás, explicarles a los artistas anglo la estructura del Festival de Viña –tan distinta a la que se da en otras instancias internacionales- siempre es un desafío complejo: les cuesta comprenderlo y, aunque casi la mayoría lo ha aceptado en los últimos años, hay algunos como Elton John que han puesto como condición tener una sola interrupción.
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