El cantautor puertorriqueño Luis Fonsi asegura que, aunque no tiene acento en inglés y es totalmente bicultural, ha sido víctima de miradas de «odio y desprecio» en Estados Unidos, aunque no por ello deja de defender «a gritos» que es latino.
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Habría sido muy fácil para este ciudadano estadounidense de nacimiento y completamente bilingüe aprovechar el interés por su éxito «Despacito» y mimetizarse en la cultura anglo, pero rechaza con rotundidad esa opción: «Soy latino, hablo español y eso lo defiendo a gritos».
En una entrevista telefónica con Efe, el probablemente artista latino más popular de 2017 asegura que conoce personalmente el «racismo», el odio a lo diferente.
«Sé lo que es que te miren con odio y desprecio», dice Luis Fonsi, que indica que lo mejor del éxito de «Despacito», que logró romper récords históricos a nivel mundial, no son las mediciones de la industria de la música.
«Es mucho más que un éxito personal», afirma el cantautor, que se mudó con su familia a Orlando (Florida) a los 11 años.
«Lo que más orgullo me hace sentir es que puso en alto a mi tierra, Puerto Rico, y a los latinos en general, en este momento tan difícil para nosotros en Estados Unidos», indica sin mencionar directamente las políticas del presidente Donald Trump.
Fonsi no pone el foco sobre sí mismo con anécdotas, pero sí subraya que es «muy significativo» que con su canción en español, que permaneció como número uno en las listas de popularidad en EE.UU. durante 17 semanas, se haya roto la «barrera» del idioma «justo en estos momentos».
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«‘Despacito’ es una celebración del español y de la cultura hispana y no hay cómo negarlo», agrega el músico, que destaca que le causa mucha satisfacción el que su gira «Love + Dance Tour» tenga muchas fechas en Estados Unidos justamente durante el mes en el que se celebra el orgullo hispano, del 15 de septiembre al 15 de octubre.
En este sentido, dice que una de las sorpresas más gratas de la locura que comenzó en enero pasado, cuando salió la canción al mercado, han sido las palabras de madres que le agradecen el interés de sus hijos por el español gracias a «Despacito».
«Nunca pensé en eso cuando Dios me dio una noche la idea de la canción, o me puso en el camino una gran compositora como Erika Ender para trabajar conmigo en ella, o el genio de Daddy Yankee», reconoce.
«Pero el que estemos contribuyendo a que las nuevas generaciones se acerquen al español es un regalo. Es una herramienta accidental, pero una herramienta al fin», dice como padre de dos niños nacidos en Estados Unidos.
«Mi esposa (la modelo española Agueda López) y yo tenemos que buscar los mismos trucos que el resto de los padres para lograr que los niños, o hasta ahora mi hija mayor, hablen español en la casa», afirma.
El cantautor reconoce que es la misma lucha que tuvieron sus padres con él y sus hermanos cuando se mudaron desde Puerto Rico a Florida.
Sin embargo, subraya que su defensa del español y la hispanidad no quiere decir que está cerrado a cantar en otros idiomas, específicamente en inglés.
«Mi disco nuevo, del que es parte ‘Despacito’ ya estaba grabado y listo desde hace tiempo», indica. «Hay temas en español, en inglés y en ‘spanglish'».
También aseguró que su próximo sencillo es una «gran colaboración», aunque no quiere adelantar más detalles.
Y aunque reconoce que la gira de 48 conciertos, que lo ha llevado a lugares como Turquía y Egipto, ha sido agotadora físicamente, «no hay nada más que dar las gracias por esas cosas maravillosas que han pasado y siguen pasando».
Pero no tiene planes de parar, pues en cuanto pueda descansar una semana ya le va a «empezar el desespero», pues estar en el escenario «es una especie de adicción», asegura. EFE