Daniel Radcliffe ha logrado que su extraña enfermedad no nuble el éxito que ha logrado en el campo de la actuación.
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Según se supo, Radcliffe enfrenta todos los días un padecimiento denominado dispraxia, también conocido como ‘síndrome del niño torpe’, una enfermedad psicomotriz que afecta la coordinación y que impide hacer actividades cotidianas como atarse las agujetas de los zapatos o escribir.
Pese a estas dificultades, Radcliffe nunca permitió que su condición lo limitara para hacer lo que tanto le gusta, y ahora es portavoz de quienes como él padecen dispraxia y constantemente motiva a seguir adelante con sus sueños.