El actor estadounidense Johnny Depp se disculpó, en un comunicado remitido a la revista People, por unos comentarios realizados en el festival de música de Glastonbury (Reino Unido), en los que se preguntó por la última vez que un intérprete asesinó a un presidente de Estados Unidos.
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«Pido disculpas por el chiste de mal gusto que traté de hacer anoche sobre el presidente (Donald) Trump», indicó el protagonista de la saga ‘Pirates of the Caribbean’.
«No se entendió como yo pretendía, fue un comentario sin malicia. Solo trataba de divertir a la gente, no de herir a nadie», añadió.
Depp hizo ese polémico comentario el jueves por la noche, cuando presentaba su filme «The Libertine».
Según recoge la prensa británica, el actor dijo: «¿Pueden traer a Trump aquí?», lo que provocó los gritos de los asistentes a esta cita anual en Somerset (oeste inglés).
«¿Cuándo fue la última vez que un actor asesinó a un presidente? Quiero aclarar: no soy un actor. Miento para vivir. Sin embargo, ha pasado un tiempo y quizá es el momento», sostuvo el actor.
A continuación, él mismo reconoció que sus comentarios podían causar controversia: «Por cierto, esto va a aparecer en la prensa y será horrible. Se trata solo de una pregunta, no estoy insinuando nada», dijo Depp.
Esas manifestaciones de Depp fueron condenadas por la propia Casa Blanca.
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«El presidente (Donald) Trump ha condenado la violencia en todas sus formas y es triste que otros como Johnny Depp no hayan seguido su ejemplo», comentó hoy en un comunicado un portavoz de la Casa Blanca no identificado.
«Espero que algunos de los colegas del señor Depp condenen severamente este tipo de retórica como lo harían si sus comentarios fueran dirigidos contra un funcionario demócrata elegido», agregó el portavoz.
En otro comunicado, el Servicio Secreto, que se encarga de la protección del presidente estadounidense y su familia, afirmó estar al tanto de los comentarios del intérprete.
«Por razones de seguridad operacional, no comentamos específicamente o en términos generales los medios y métodos con los que llevamos a cabo nuestras responsabilidades de protección», detalló el Servicio Secreto.
En enero pasado, la cantante Madonna dijo en Washington que pensaba mucho sobre hacer estallar la Casa Blanca, y el rapero Snoop Dogg también causó polémica por un vídeo musical en el que aparece apuntando con una pistola de juguete a Trump, representado por un actor maquillado como un payaso.
Más recientemente, la humorista estadounidense Kathy Griffin provocó indignación por una fotografía en la que aparece sujetando una cabeza falsa de Trump, simulando una decapitación, y el propio mandatario denunció que la también actriz debería «estar avergonzada» de haber hecho algo así.
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