Comenzó el rodaje de la séptima temporada de Juego de tronos y sus protagonistas no la estarían pasando nada bien, debido a las temperaturas extremas que hay en Islandia, donde se realiza la filmación.
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Para que todo fuera más real, los creadores de la serie, D.B. Weiss y David Benioff, prefierieron esperar al invierno para hacer las escenas, pero se les fue la mano, ya que los actores y productores, apenas podrían hacer su trabajo, dadas la bajísimas temperaturas.
Es que la temperatura en el set de rodaje es de 25 grados bajo cero y los vientos alcanzan los 160 kilómetros por hora, dificultando demasiado la labor. Para peor, allí sólo hay cinco horas y media de luz solar, por lo que hay muy poco tiempo para rodar.
Además, las locaciones no están cerca del set, por lo que los actores deben peinarse, maquillarse y cambiarse en el hotel y luego trasladarse, para aguardar en unas carpas que montaron en las locaciones.
En esta parte de la historia, los personajes vivirán por primera vez un invierno, tal cual como se advertía desde el comienzo del libro, y para que no queden dudas de la llegada de la nueva estación, el frío se hizo notar.
Mientras continúan con el complicado rodaje, aún no está confirmada la fecha de estreno de la nueva temporada, aunque los rumores aseguran que sería en junio.
Fuente: Infobae