Mundialmente se le conoce como Bruno Mars, pero él tiene claro que su nombre de pila es Hernández, apellido que lo une a sus raíces puertorriqueñas.
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De padre boricua-judío de Nueva York y madre filipina-española, el multiganador del Grammy reafirmó su identidad en una entrevista con la revista Latina, en la que además descartó que haya adoptado el nombre artístico en vergüenza por el verdadero.
“Yo nunca he dicho que cambié mi apellido para ocultar el hecho de que soy puertorriqueño. ¿Por qué cara%@ tendría que decirlo?”, expresó.
“¿A quién quieren engañar? ¿Por qué alguien diría eso? Eso es insultante para mí, para mi familia. Es ridículo. Mi apellido es Hernández. El nombre de mi padre es Pedro Hernández y es un chulo puertorriqueño. Aquí no se niega eso”, agregó.
Señaló que el apodo “Bruno” se lo puso su padre cuando era un niño de dos años, y posteriormente lo unió a “Mars”, para dar la idea de que es “algo que supera lo terrestre”.
El músico, productor y bailarín de 31 años, recordó las situaciones de prejuicio racial que enfrentó durante su desarrollo en Hawaii, donde no prevalecían los puertorriqueños, y “por mi pelo, creían que era blanco y negro”.
Con el información de El Nuevo Día