El grupo argentino Les Luthiers atribuye a la calidad y fidelidad a su estilo su permanencia sobre los escenarios durante cincuenta años, un aniversario que celebran con una gira en la que presentan Chist!, un espectáculo con el que han aterrizado en Ecuador, país que no visitaban hace trece años.
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Al ser consultado en rueda de prensa sobre las razones del éxito del grupo para mantenerse cincuenta años sobre las tablas, Marcos Mundstock, integrante de Les Luthiers, aseguró que es una «pregunta que no tiene respuesta» y en la cual prefieren no hurgar demasiado para no «matar la gallina de los huevos de oro».
No obstante, a renglón seguido apuntó que el grupo siempre ha tenido «buen estilo humorístico», que todos han sido «buena gente», que tienen «buena formación musical» y que desde los inicios gustaron de hacer cosas novedosas, de calidad y bien elaboradas.
Tildó como una «bendición» para su trabajo el no haber perdido actualidad no solo en los temas, sino en el estilo humorístico y musical y el no haber sido afectados por el cambio de comportamiento que las nuevas tecnologías han incrustado en la sociedad.
Lo propio señaló Carlos López, otro integrante del grupo, quien apuntó que, si bien los medios de acceso al humor han cambiado y están a disposición de todos a través de las nuevas tecnologías que facilitan, por ejemplo, la realización de los chistes conocidos como «memes», la calidad marca la diferencia.
«Hacer buen humor, humor de calidad, sigue siendo una cosa difícil, como hacer calidad en cualquier cosa por más que los medios sean más fáciles, más accesibles, más directos», dijo al asegurar que tienen muchos años de oficio en los que han refinado la calidad de su trabajo, a la que han llegado -coincidieron- con esfuerzo.
Para Horacio Turano, integrante del sexteto, otro de los «secretos» del éxito es haberse mantenido fieles a un estilo «que puede competir tranquilamente, sin asustarse, con todo lo nuevo que aparezca» en las redes sociales.
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Consideró que no escribir sobre un político en especial es algo que ha beneficiado al grupo que, por ejemplo, tiene una pieza, escrita hace veinte años, protagonizada por políticos corruptos y en la que se aborda el cambio de la letra del himno de un país que, sin embargo, se sigue repitiendo una y otra vez.
Pese al paso del tiempo y al surgimiento de distintas tendencias políticas, esa obra -en la que no han cambiado una sola palabra- sigue recibiendo el apoyo del público, dijo al tiempo de asegurar que no escriben sobre ningún político en particular.
Ello no quiere decir que no estén al tanto de ellos, como Carlos Núñez, miembro del grupo que aseguró que se ríe «a carcajadas con cada» trino en Twitter del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En la rueda de prensa, Carlos López, también parte del grupo, que se presentará este fin de semana en Ecuador, aseguró que ellos no pueden dar felicidad, pero les hace mucho bien saber que la gente sale contenta de sus dos horas de espectáculos: «Es lo poco que podemos hacer para mejorar el mundo en que vivimos», anotó.
Les Luthiers presentarán el viernes y sábado, en Quito, una antología que incluye distintas obras, no precisamente las mejores, según aclararon, de sus últimos cincuenta años, con una «interesante» variedad de géneros musicales y humorísticos.
En política, los integrantes de Le Luthiers dijeron tener criterios distintos, ninguna posición como grupo, así como cada uno dijo tener sus distintos momentos especiales recogidos en el último medio siglo.
En uno de esos recuerdos, Carlos López, atesora el haber comido con Gabriel García Marquez, un ajiaco sentado en el piso, mientras en la memoria de Marcos Mundstock, florece el hecho de que España les haya dado la nacionalidad por sus méritos artísticos.
Jorge Morana, autor del título «Chist!», aseguró que éste es una invocación al silencio con un vocablo que tiene casi incluido la palabra chiste, aunque Marcos Mundstock comentó que le pusieron así a la obra porque titularlo «hagan silencio, que vamos a hacer humorismo, era muy largo».