De madre casada a cortesana de lujo, de bailarina exótica a espía, en solo 41 años la vida de Mata Hari dio tantos giros que desde su muerte su historia seduce a escritores y cineastas, y ahora la pequeña pantalla también se rinde a ella.
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Con el estreno mundial de la serie rusa «Mata Hari» ha arrancado la 32 edición del MIPCOM, el mayor mercado audiovisual de Europa, que cada año cita al mundo de la televisión en la ciudad mediterránea de Cannes.
La serie -producida por Star Media para Channel One Russia y con un reparto internacional- condensa en 12 capítulos de una hora la vida cubierta de mitos y especulaciones de la legendaria bailarina transformada en agente de inteligencia alemana durante la Primera Guerra Mundial.
El personaje, interpretado con gran sensualidad por la actriz francesa Vahina Giocante, es una mujer fatal, una espía cansada de serlo que seduce a la crema de la sociedad aristocrática europea con danzas orientales que terminan sin velo alguno.
Frente a los primeros episodios de la serie, al final «Margaret es otro personaje completamente distinto, una mujer completamente distinta», explicó tras la proyección el fundador y productor de Star Media, Vlad Ryashin.
Y es que mucho tiempo antes de la fama y el lujo, Mata Hari nacía con el nombre de Margaret Zelle en 1876 en Leeuwarden, Holanda, en el seno de una familia humilde.
Más de su historia
Se casó a los 18 años con un oficial de la marina neerlandesa, Rudolf MacLeod, casi veinte años mayor que ella y que buscaba una mujer que quisiera instalarse con él en lo que ahora es Indonesia.
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En la isla de Java, la pareja tuvo dos hijos, Louise Jeanne y Normand John, y la joven aprendió el arte de la danza que cambiaría su vida para siempre.
Sin embargo, su hijo murió, fue traicionada por su marido y perdió la custodia de su hija.
Terminó tocando fondo, antes de levantarse y erigirse como una de las mujeres más controvertidas de su tiempo y personaje histórico con una vida de leyenda.
«Queríamos una historia profunda sobre una mujer que se adelantó a su época y que por tanto la cambió», contó Ryashin.
Encontrar a la actriz idónea para el papel llevó casi 10 meses de «castings». «Buscamos en Estados Unidos, en Rusia y en Europa», explicó.
Al final fue Giocante la elegida para compartir el reparto con los también franceses Christopher Lambert y Gérard Depardieu, aunque estos no estuvieron presentes en el estreno.
Tras la proyección, la actriz explicó que preparó el papel teniendo en cuenta cómo era ser mujer en ese siglo y cómo asumiría su sensualidad, su cuerpo y su placer en aquel tiempo.
«Era muy novedoso. Creo que en ese sentido Mata Hari era una feminista, y que de alguna forma fue una de las primeras feministas, y eso era lo que me parecía interesante del papel», dijo Giocante.
A los 41 años, Mata Hari fue condenada a muerte por espionaje y ejecutada por fusilamiento.
Cuentan que renunció a vendarse los ojos y que en el último momento lanzó un beso a los soldados del pelotón de le disparó. EFE