Gerard Piqué andaba hoy, 23 de agosto, superconcentrado en el juego. Pero no se trataba de fútbol, sino de póquer. No estaba en el Camp Nou, sino en Casino Barcelona, donde desde este lunes y hasta el 28 de agosto se disputa el European Poker Tour. Nadie le ha abordado. Porque quien participa en el EPT está por las cartas, no por los famosos.
Como mucho, algún giro de cuello y miradas a su paso. Es la única reacción que ha despertado cuando, acompañado por un miembro de seguridad del torneo, se ha escapado un momento al baño y ha vuelto a la carrera a su mesa. No era para menos. La partida le estaba yendo muy bien, y quizá por eso ha colgado un post en su muro de Facebook con una foto suya de lo más sonriente. «Te dejo, que se me está alargando», ha susurrado a un conocido con el que se ha cruzado en un pasillo.
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El EPT son como los Juegos Olímpicos del póquer, donde se disputan 64 torneos de distinta duración y cuota de inscripción. Piqué, por ejemplo, estuvo el domingo en uno cuya entrada valía 2.000 euros. Le fue mal.
Pero el que ha estado disputando este martes tiene una cuota de 25.000. Se llama High Roller y dura un día. Y el 20% de los participantes se lleva algo de dinero. Una variante perfecta para él, que está casi siempre entrenando con el Barça.