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Hay hijos de famosos que son célebres por sus escándalos que por su talento. No aprovechan su posición privilegiada para algo más que convertirse en adictos. Y algunos, a pesar de sus influencias, pagan caro por eso:ese fue el caso de de Cameron Douglas, hijo del famoso actor Michael Douglas.
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El nieto del también mítico Kirk Douglas trató de seguir los pasos de su padre, pero no todos pueden ser Angelina Jolie y Jon Voight. Apareció en películas mediocres. Y se hundió en la adicción a las drogas. En 1999 le fue encontrada cocaína en Manhattan y fue arrestado por posesión de esta sustancia. Sin embargo, esa vez el cargo fue desestimado a pesar de ser declarado culpable por desórdenes de conducta.
En 2007, de nuevo, fue acusado por felonía al poseer una sustancia controlada después de que los oficiales de policía hallaran cocaína líquida en un auto en el que estaba. Dos años después, fue arrestado por la DEA al poseer 0.5 libras (0,23 kg) de metanfetaminas. Ahí fue acusado de tráfico de drogas y le dieron una sentencia mínima de prisión de 10 años. Lo máximo era cadena perpetua.
Para el año siguiente, su situación empeoró: se descubrió que su novia esnifó heroína dentro de un cepillo de dientes eléctrico que él le pasó mientras estaba en prisión domiciliaria. De esta manera, fue sentenciado a cinco años de prisión. Michael Douglas, en ese momento, asumió su culpabilidad como «mal padre», pero que sin ir a prisión, «él moriría o alguien lo mataría. Él sabe que tiene una oportunidad de reconstruir su vida».
Pero ni así recapacitó. En 2011, se descubrió que tenía drogas dentro de la prisión. Por esta razón, fue sentenciado a pagar otros cuatro años y medio por este cargo. En 2013 se confirmó su sentencia. Un año antes, un interno le rompió la pierna. Y a pesar de eso, siguió consumiendo drogas en la prisión en la que estaba, en Loretto, Penssylvania. De ahí lo confinaron solo en una celda.
No le aceptaron su apelación. Hasta que el primero de agosto de este año fue trasladado a una casa en Nueva York, luego de estar siete años tras las rejas. Vive en el Bronx y trabaja con una compañía de filmación en Manhattan. Quiere escribir sus memorias y acaba de abrir una cuenta de Instagram.
Y así cambió después de muchos años en la cárcel:
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Su primer post decía: «Sé la energía que quieres atraer». Y ahora impresiona en redes sociales debido a su tonificada musculatura y tatuajes. Ahora su novia es la instructora de yoga Vivianne Thibes, a la que llama «La joya de mi vida, la belleza eterna y la luz etérea». Título del soneto que escribió para su pareja. Y ahora, lo único que espera es recuperarse y reconstruir su vida.
Incluso, ha creado una fundación para ayudar a los jóvenes drogadictos. Ya tiene más de 5 mil seguidores en su Instagram.