Los teléfonos de toda la vida, los que aun perviven colgados en la cocina de la abuela, esos aparatos con un disco giratorio y con huecos numerados del 0 al 9, son historia desde hace años. ¿Cómo funcionaba este sistema de marcación?
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Una simple búsqueda en internet desvela cómo los más jóvenes desconocen cómo funcionan estos aparatos. Algunas personas que han nacido y crecido en la era de los botones y de las pantallas táctiles, intrigadas, tratan de averiguar de qué forma se pueden marcar los números en estos antiguos dispositivos.
Estos aparatos dejaron de tener sentido cuando los sistemas telefónicos aprendieron a «escuchar» tonos. Antes, la marcación del número de teléfono de un abonado se realizaba mediante pulsos. De esta forma, cada recorrido del dial producía un número determinado de pulsos eléctricos que las centralitas automáticas interpretaban de forma mecánica y lograban establecer la comunicación entre dos aparatos.
Si uno quería llamar a alguien, lo que tenía que hacer era meter el dedo en el hueco correspondiente a cada numero, girar el disco hasta un tope, sacar el dedo para que el disco volviese a su posición inicial, y hacer la misma operación con cada número. Una operación que llegó a ser tan cotidiana que incluso se convirtió en un gesto común
Un poco de historia
El dial de marcación telefónica nos ha acompañado durante mucho más tiempo que otras tecnologías», reconoce el divulgador Alejandro Polanco Masa, amante de las tecnologías obsoletas. «Su eficacia y usabilidad -no hace falta un entrenamiento especial para aprender a utilizarlo- hicieron que tuviera gran éxito desde que apareciera a principios del siglo XX». No obstante, en la hemeroteca se pueden encontrar documentos que muestran cómo se enseñaba a utilizar el teléfono automático, como esteejemplo de 1926.