El presidente de Bolivia, Evo Morales, dio el jueves 30 de junio unas fuertes declaraciones sobre el escritor, conferencista y comunicador Ismael Cala.
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A continuación, la respuesta de Ismael Cala al presidente Morales:
Hoy, en el primer día de mi nueva etapa, fuera de CNN en Español, y a título personal, quisiera agradecerle, señor presidente Evo Morales, por llamarme «molesto» y «conspirador». Fiel a mi estilo de romper paradigmas, ampliamente explicado en mi libro «Un buen hijo de P», tomo sus ataques como un maravilloso elogio.
La prensa siempre resulta «molesta» para quienes se creen por encima de los demás. Seguramente soy un «conspirador», pero NO por intentar tumbar gobiernos o participar en política, sino simplemente por hacer preguntas a mis entrevistados, sin más límites que el sentido común. Ya sé que las preguntas son incómodas para ciertas élites, pero se supone que los políticos son servidores públicos que gobiernan bajo un «contrato» firmado con los ciudadanos. Y a ellos se deben.
Si usted no conoce las causas por las que decidí marcharme voluntariamente de CNN en Español, se las cuento. Lo hice para cerrar un ciclo, abrazar el cambio, reinventarme y permitir la alternancia en ese espacio. Una alternancia que a mucha gente le cuesta practicar en sus posiciones de poder. Una de las causas de mi renuncia, ya explicada en mi primer libro «El poder escuchar», era tener que lidiar con políticos (da igual el signo ideológico) demasiado ajustados a discursos aprendidos, incapaces de mostrar sus sentimientos y con egos desmedidos.
Por otra parte, créame que no me insulta al llamarme «cubano gusano». La animalización de las personas, con el objetivo de descalificar sus ideas, actuaciones y opiniones, siempre termina descalificando al que la emplea. Adjetivar a un ser humano con el nombre de un animal, supuestamente asqueroso, es una vieja táctica que viene del nazismo.
El término «gusano» ya ni siquiera se utiliza en Cuba. Los más de dos millones de cubanos que vivimos fuera de nuestro país, somos seres humanos en busca de autorrealización personal, más allá de las causas de cada uno.
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Dejemos atrás el dinosaurio ideológico. Sentémonos a celebrar lo que nos une. Basta ya de caricaturas, de descalificaciones y de actitudes peyorativas. Cuando usted quiera, nos sentamos a hablar, sin cámaras.
Me despido con deseos de salud y éxitos para usted. Pronto le enviaré mi más reciente libro, «El analfabeto emocional». Espero lo disfrute.
Estoy convencido de que nuestro continente debe abrazar su diversidad cultural, ideológica, racial… Debemos ocuparnos seriamente de las razones que impulsan a los ciudadanos a emigrar a otras partes, en vez de intentar humillarlos. América Latina tiene todas las potencialidades para convertirse en la zona más feliz del mundo.
Cordialmente,
Ismael Cala.
Fuente: AP