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En un mundo donde la desigualdad es algo totalmente vergonzoso (hay 702 millones de personas viviendo en extrema pobreza, según los últimos datos del Banco Mundial), hay gente que ostenta de manera descarada su dinero en redes sociales.
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Y precisamente, su cinismo los ha hecho tener cientos de miles de seguidores.
Rólex como si fueran juguetes. Autos como si fueran cupones. Artículos de firma que valen todo el PIB de un país en desarrollo, como si fuera una colección de estampillas. Champaña derramada, mazos de billetes que le arreglarían la vida a más de uno, como si fueran solo papeles para tirar. Yates, barcos, helicópteros, que ustedes pueden ver en redes sociales mientras quizás tienen que madrugar al trabajo que odian.
Todo este hedonismo les ha granjeado a los «Niños Ricos de Instagram» 292 mil seguidores en esta red social. Que por lo menos Paris Hilton intentó ser normal, porque si fuera de esta generación, sería así:
También tienen su propio programa de televisión y cada uno tiene cientos de miles de seguidores. Muchos afirman que no les importa nada y que solamente «los envidian». Y el más conocido de todos ellos es Earvin Johnson, hijo del famoso basquetbolista «Magic» Johnson.
Este se ha hecho una carrera particular en la moda y su estilo le ha granjeado encontrar un hueco en lo «genderless», atrevido y futurista. Es un fashionista consumado:
Pero no todos los ricos muy ricos tienen su creatividad e inventiva ni mucho menos la capacidad de cambiar el mundo al estilo de un Mark Zuckerberg o un Warren Buffett.
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De hecho, todos los vicios de los hijos son heredados de los padres y en el caso de ostentar dinero de manera brutal, también hay un espacio para aquellos progenitores orgullosos de su riqueza:
Esta cuenta tiene casi 50 mil seguidores y en ellas se ve cómo los padres regalan costosos coches a sus hijos, objetos de lujo o disfrutan con ellos su gran vida. Vean por ejemplo, esta madre, quien le compró a su hija su primer Louis Vuitton.
La niña tiene menos de 10 años y en muchos países, gente con 20 años más se endeuda toda una vida para tener este artículo de lujo o lo compra falsificado:
Aquí, un padre le regala otro auto a su hijo:
Y esta muestra su colección de zapatos:
Esta es la versión londinense de la cuenta original que también tiene su página de Tumblr y que ya no es tan popular. En su cuenta de Instagram se pueden ver felicitaciones y reproches, como «pueden comprar lo que quieran, menos el gusto».
Y por supuesto, hacen el mismo despliegue con sus criaturas, orgullosos de todo lo que poseen.
También hay versiones de Dubai y Ciudad de México, entre otras ciudades, donde se muestran las mismas excentricidades, pero no la versión para padres por lo menos en estas ciudades donde también hay un mercado de lujo bastante exitoso.
